Asimismo, los magistrados fijaron el pago de cuarenta mil y mil nuevos soles a favor de la víctima y también del Estado peruano, respectivamente, por concepto de reparación civil. 

Los hechos que originaron este proceso ocurrieron, en la ciudad de Chiclayo, cuando el sentenciado conducía por la calle Iturregui. Al llegar a la intersección con la avenida Izaga, debido a su estado de ebriedad y a la excesiva velocidad, no pudo frenar ni controlar su automóvil, embistiendo la camioneta de la Policía Nacional que retornaba luego de un operativo antidrogas. 

La Sala consideró que el hecho fue causado por la imprudencia del sentenciado y como consecuencia de ello, la camioneta policial dio varias vueltas de campana y lesionó gravemente a Heredia Galarcep. 

A pesar de ser el causante del accidente automovilístico, Pérez Nicolás se dio a la fuga, dejando a su hermano como si éste hubiese sido el conductor del carro.