El ministro de Exteriores de Uganda, Sam Kutesa, fue elegido para presidir la Asamblea General de la ONU, un nombramiento polémico debido a que apoyó una ley que sanciona a las personas o medios que apoyen a colectivos homosexuales, además de otras propuestas radicales. Es por lo que dicha ley fue calificada de “profundamente discriminatoria”.
Entre los detractores se encuentras organizaciones no gubernamentales ciudadanos y algunos políticos que consideran de problemático que un dirigente con aquel antecedente vaya a presidir el órgano que supervisa la labor del Consejo de Derechos Humanos de las naciones Unidas.
Este descontento se argumentó bajo la base que la propia ONU ha criticado duramente la discriminación por opción sexual, al igual que una buena parte de la comunidad internacional. Es por lo que se llevó a cabo una recolección de firmas de los países miembros que se opusieran al nombramiento, y se reunió 13 mil.
Cabe recordar que el puesto de presidente de la Asamblea General es un cargo de carácter protocolario, rotativo cada año entre las regiones y, en esta ocasión le tocó el turno a África, donde Kutesa goza de aclamación de los países de aquel continente.
Fuente: ABC