Miercoles 24 de abril de 2024 | Suscríbete al Newsletter de La Ley

Bélgica: Conoce el caso del primer reo con derecho a morir

Bélgica: Conoce el caso del primer reo con derecho a morir

Un condenado a cadena perpetua de nacionalidad belga tiene los días contados. En una fecha y lugar que no han sido revelados por el Tribunal de Apelación de Bruselas, Frank Van Den Bleeken será trasladado a un hospital donde recibirá la inyección letal. Lo curioso del caso es que no se trata de la imposición de la pena capital sino de una decisión propia del reo que fue aprobada en ese país el pasado lunes.

Por Ana Bazo Reisman

miércoles 1 de octubre 2014

Loading

[Img #5484]

El de Frank Van Den Bleeken pasará a la historia como uno de los casos más polémicos en torno a la eutanasia. El condenado a cadena perpetua por los delitos de violación y homicidio recibió la autorización del Tribunal de Apelación de Bruselas para practicársele la eutanasia tras comprobarse que es incapaz de reeducarse psicológicamente. Y es que los 30 años que lleva en prisión no le han propinado atisbo alguno de refrenar sus delirios sexuales y violentos, conclusión consignada por los diferentes médicos que lo trataron.

Después de tres años de haber presentado su solicitud amparándose en la ley que despenaliza la eutanasia en Bélgica, el preso debió recurrir, por mandato judicial, a una serie de especialistas que acrediten su insoportable sufrimiento psicológico. Fueron tres opiniones profesionales las legalmente suficientes que coincidieron en diagnosticar el padecimiento mental de Van Den Bleeken, asegurando que nunca podrá superarlo. 

Una vez aprobada la petición,el solicitante debe ser internado en un hospital, en el que permanecerá por dos días para despedirse de sus familiares. De esta manera, Van Den Bleeken será el primer prisionero de ese país en tramitar su propia muerte.

No hay necesidad de ser enfermo terminal

Si bien la eutanasia en Bélgica fue aprobada en 2002, el caso de Van Den Bleeken no deja de causar controversia internacional dado que su condición no es la de un enfermo terminal. Sin embargo,  no es la primera vez que la judicatura del país europeo concede el suicidio asistido a personas que alegan sufrimiento psicológico.

Así, en el año 2013, un caso demostró que solicitar la eutanasia no era una exclusividad para enfermos terminales. El pedido fue realizado por una mujer transexual que argumentó sufrir los perjuicios físicos y emocionales que le había ocasionado una mala cirugía de cambio de sexo.

El ciudadano – ya reconocido como varón –  alegó “sentirse un monstruo” tras las continuas e inútiles cirugías reconstructivas y certificó que había recurrido a diversos tratamientos psicológicos que no solucionaron su insoportable angustia. De esta forma, el Tribunal belga apoyó su decisión de ser asistido para morir, convirtiéndose en el primer ciudadano transexual que se amparó en la controvertida legislación.

El deber del Estado vs. la legislación de un derecho

Cuando Frank Van Den Bleeken fue arrestado a los 20 años y sentenciado a la máxima pena tras victimar a varias personas y asesinar a una de ellas, las instancias judiciales determinaron que debía pasar toda su vida en prisión ciñéndose a los fines universales de la reclusión, que son la reeducación, la resocialización y la rehabilitación.

Bajo esta premisa, el pedido de eutanasia configura un curioso conflicto entre el interés primordial del Estado en que las penas que dictamina su sistema judicial sean cumplidas a cabalidad y la legislación que en ese país permite el derecho de los ciudadanos a decidir su muerte. El fallo emitido por la máxima judicatura del país europeo es, en definitiva, una situación que genera polémica entre la sociedad local e internacional. 

Actualmente, son Bélgica, Holanda y Luxemburgo los únicos tres países europeos que contemplan el derecho a morir en sus legislaciones.

NEWSLETTER DE LA LEY.PE

NOTICIAS RELACIONADAS