“Un gran principio que alimenta el derecho peruano es el principio de no discriminación”, señala Carlos J. Zelada, abogado especialista en Derechos Humanos. Visto de ese modo, el debate en torno a la creación de normas que reconozcan derechos a las parejas homosexuales no debería ir en retroceso. Sin embargo, con el archivamiento del proyecto de Unión Civil en el Congreso, la figura parece ser contraria.

El Tribunal Constitucional se ha pronunciado muy poco respecto de la condición de las parejas homoafectivas en el país, pero lo cierto es que en su jurisprudencia prima el principio de igualdad que postulaba la fenecida propuesta parlamentaria. Si en el Congreso no se obtienen resultados favorables aun con proyectos de ley ajustados al pensamiento de las mayorías y el Tribunal Constitucional sienta herramientas -aunque limitadas- para guiar criterios, ¿será entonces en el fuero judicial donde deba enfocarse la discusión?

En efecto, y aunque el costo político sería muy alto, el especialista refiere que existe la posibilidad de que los jueces consideren el peso que tiene el principio de la no discriminación sobre las normas ya establecidas en materia civil. Esto, claro está, si una pareja homosexual se encuentra dispuesta a iniciar un proceso judicial en busca de que se les conceda el derecho a registrar su unión.  “Siendo la orientación sexual una causal válida para casos de discriminación, un juez podría cuestionar la institución del matrimonio civil (donde se permite el acceso solo a parejas compuestas por un hombre y una mujer) en nuestro Código”, indica Zelada.

Como refiere el especialista, si bien el proyecto de Unión Civil se había estructurado en lo posible a la “medida de la mentalidad conservadora del Perú”, su carácter minimalista no correspondía con el ideal que se busca en países de mayor alcance jurisprudencial sobre la materia en donde ya se discute, inclusive, el matrimonio igualitario.

Unión Solidaria

Respecto de la Unión Solidaria – proyecto que será debatido en los próximos días y que fue presentado a modo de reacción ante la propuesta de Unión Civil – Zelada advierte que el propósito original se ha perdido. “La Unión Solidaria no crea ninguna condición especial entre los contrayentes. Ciertamente, sirve para que las parejas homosexuales accedan a derechos patrimoniales validando su vida en común, pero no las reconoce como tales, y esa es la gran diferencia con el proyecto de Unión Civil”.