El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ratificó la condena a cadena perpetua impuesta a un ciudadano británico por la Justicia de su país, al afirmar que el Convenio Europeo de Derechos Humanos establece que una persona condenada por un delito grave no está afecta a la prohibición de la pena de cadena perpetua.
Así, la Corte Europea resolvió de manera definitiva la situación del reo Arthur Hutchinson, de 75 años, quien cumple una condena de prisión de por vida perpetua en el centro penitenciario de Durham (Inglaterra), por cargos de asesinato, violación y robo con agravante.
El Tribunal señaló que uno de los argumentos para avalar la cadena perpetua es la existencia, en la legislación del Reino Unido, de mecanismos de revisión. Por ello rechazó la denuncia del condenado Hutchinson, quien argumentó que su condena constituía un “trato inhumano y degradante”, en la medida que las esperanzas de salir en libertad eran nulas.
Caso Hutchinson
El caso se remonta a la condena impuesta en 1984 a Arthur Hutchinson, un ciudadano británico, que fue sentenciado en un inicio a 18 años de prisión mínima recomendada, por cometer los delitos de asesinato, robo y violación. En 1994, las autoridades del Reino Unido le impusieron la pena perpetua real, que fue confirmado por el Tribunal Supremo británico en el 2008.
En el 2015, Hutchinson presentó una apelación ante el Tribunal de Estrasburgo, afirmando que su pena implicaba un trato inhumano. Sin embargo este argumento fue rechazado por los jueces europeos con una resultado de 14 votos a favor y 3 en contra.