Jueves 28 de marzo de 2024 | Suscríbete al Newsletter de La Ley

¿Es delito ordenar que los trabajadores laboren horas extras?

¿Es delito ordenar que los trabajadores laboren horas extras?

El contenido del recientemente incorporado artículo 168-B del Código Penal ha generado un intenso debate sobre si puede considersarse como delito de trabajo forzoso el disponer, sin el consentimiento del trabajador, la realización de labores en sobretiempo. En esta nota Ud. no solo podrá conocer las opiniones de Carlos Caro Coria y Luis Valderrama, abogados penalista y laboralista, respectivamente, sino comprender íntegramente los alcances de esta polémica.

Por Cynthia Vergaray

sábado 18 de febrero 2017

Loading

[Img #13719]

El pasado viernes 6 de enero se publicó, en el diario oficial El Peruano, el Decreto Legislativo N° 1323, a fin de fortalecer la lucha contra el feminicidio, la violencia familiar y la violencia de género. Pero también mediante dicha norma se modificaron e incorporaron diversos artículos al Código Penal, entre ellos el 168-B, el cual regula ahora el delito de trabajo forzoso.

Antes de dicha reforma, era el inciso 2 del artículo 168 del Código Penal el que tipificaba como una modalidad de coacción laboral el obligar a otro, mediante violencia o amenaza, a prestar trabajo personal sin la correspondiente retribución. La sanción no era mayor a los dos años. Esta disposición ahora está derogada.

En su reemplazo, el vigente artículo 168-B establece que «El que somete u obliga a otra persona, a través de cualquier medio o contra su voluntad, a realizar un trabajo o prestar un servicio, sea retribuido o no, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor de doce años”. Es por ello que se abrió un amplio debate sobre si el hecho que el empleador «obligue» a sus trabajadores a laborar horas extras podría ser considerado como delito de trabajo forzoso.  

Consultado por LaLey.pe, el penalista Carlos Caro Coria afirmó que, conforme al principio de legalidad, la definición de “trabajo forzoso” no puede ser definida por una norma administrativa sino solo por el Código Penal. Asimismo, sostuvo que el artículo 168-B del Código Penal es muy claro al señalar que se requiere someter u obligar a otra persona a través de cualquier medio o contra su voluntad, por lo que estamos hablando de una forma de coacción lo cual implica violencia o amenaza.

Así también Caro Coria aseguró que «este tipo de trabajo forzoso para efectos de la ley penal es una modalidad especial de coacción laboral, por lo tanto para que un trabajador denuncie como delito el haber laborado horas extras, tendrá que probar que lo hizo bajo violencia o amenaza, muy a pesar de haber recibido o no remuneración”. “Solo así podría darse la figura del delito por trabajo forzoso», aseveró.

Una posición contraria es la del abogado laboralista Luis Valderrama, quien afirma que, tal como está formulado el tipo penal, toda medida del empleador que busque imponer trabajo en sobretiempo a los trabajadores puede ser calificada como delito de trabajo forzoso, siendo irrelevante si por estas labores “extraordinarias” se le otorga una remuneración o no. “Esto se debe a que fuera de la jornada legal el trabajador no está obligado a permanecer en el centro de trabajo, resultando entonces arbitrario, por atentar contra la libertad de trabajo, exigir al trabajador laborar más allá de este límite”, afirmó.

Por otro lado, Valderrama precisó que la legislación laboral considera la imposición del trabajo en sobretiempo como infracción muy grave, que acarrea el pago de una multa administrativa, debiendo además el empleador infractor pagar una indemnización al trabajador equivalente al 100 % del valor de la hora extra.

Como puede apreciarse, el debate parece no terminar. Y, aunque la Intendenta Nacional de Prevención y Asesoría de Sunafil, Haylin Tello Pinto, declaró que las horas extras de trabajo, independientemente si se da o no un pago al trabajador, no podrían considerarse como un delito de trabajo forzoso sino más bien sería una infracción administrativa grave, todo hace indicar que la solución a esta polémica la encontrarán nuestros tribunales al analizar las condiciones de cada caso en particular que deban resolver.

NEWSLETTER DE LA LEY.PE

NOTICIAS RELACIONADAS