Es una costumbre usar la misma contraseña para repetirlo en diferentes servicios. Si bien es lo más fácil para nuestra olvidadiza y ocupada mente, no es lo más seguro. Al contrario, es lo más peligroso. Al poner la misma password a todos los servicios que usamos, todos, sin excepción, estarían desprotegidos. Por eso es mejor usar una contraseña distinta, así se haga difícil recordar. 

Puede ser realmente difícil recordar muchas contraseñas. Sin embargo, existe una ayuda que podría ser muy útil. Hay varios servicios, para distintos sistemas operativos, que permiten gestionar las contraseñas de una forma segura. Si bien unas son de pago, se encuentran también algunas gratuitas. ¿Qué ofrecen? Ayudan a generar contraseñas “maestras” para el servicio. Además, se encargan de generar password fuertes y prácticamente imposibles de adivinar para cada cuenta que tengamos. 

No necesitas una contraseña débil. Es decir, tu clave debe tener una cadena de caracteres, larga, que difícilmente puede ser adivinada. Al hacer una combinación con diferentes tipos de caracteres, y sin ninguna base en la realidad. Si quieres que sí tenga una base, puedes reemplazar números y/o símbolos por letras.

Mayúsculas, minúsculas, números, símbolos, signos de puntuación, caracteres especiales. Se puede combinar de todo en una contraseña. Y, como hemos dichos en líneas antes, debe ser larga y fuerte. Aunque, ojo, la responsabilidad de recordarla es enteramente de uno mismo.

Es muy importante que verifiques con frecuencia la seguridad de tus claves. Algunos servicios, como Gmail o Outlook, que nos avisan si la contraseña es segura y fuerte. Es más, Microsoft tiene un servicio llamado “Password Strenght Checker” que sirve para comprobar también la vulnerabilidad de la clave. A usarlo. 

Finalmente, y así sea hasta obvio, no compartas la contraseña con nadie. Anótala si no quieres olvidar, pero no la comentes. Más aún si realmente tienes información valiosa e importante en tus servicios. 

Fuente: Bitelia.com