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¿Hay que prepararse para dirigir la institución judicial?

¿Hay que prepararse para dirigir la institución judicial?

La tendencia en el manejo de las organizaciones es la especialización en las diferentes tareas y roles, con el objetivo de alcanzar la eficiencia; por ello, hace décadas se encarga a un colegiado de jueces (llámese Consejo Ejecutivo del Poder Judicial) “formular y ejecutar la política general y el Plan de Desarrollo del Poder Judicial; aprobar el Proyecto de Presupuesto del Poder Judicial y ejercer la titularidad del Pliego del Presupuesto,” en otras palabras, tienen la misión de dirigir la organización judicial.

Por Marianella Ledesma

viernes 14 de febrero 2014

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Esto significa que hay jueces dedicados exclusivamente a la función judicial y otros –estrictamente- a la tarea administrativa; sin embargo, esta división del trabajo sería más exitosa si quienes desempeñen esa función se preparasen para ello. 

Desde las épocas de Taylor, se impulsa la especialización de los órganos que conforman la estructura organizacional de una institución para incrementar la eficiencia; este aspecto es poco valorado en la administración judicial pues no es una condición que los jueces estén capacitados para ello. Se mide y se exige la preparación en conocimientos jurídicos, pero ello no es extensivo a los temas de gestión administrativa, a pesar que van a desarrollar dicha labor. 

Para ser miembro del Consejo Ejecutivo basta ser juez en ejercicio y contar con el respaldo de sus electores. Esto corrobora la hipótesis que los jueces que ocupan los cargos de dirección y gestión en el Poder Judicial lo hacen en reconocimiento a su trayectoria profesional más no, por sus talentos y capacidades para gerenciar la institución, condición que pasa casi desapercibida, toda vez que la propia Ley Orgánica del Poder Judicial no exige esa preparación. 
No negamos que quienes dirigen la institución judicial, tengan una amplia experiencia en el conocimiento y manejo de procesos judiciales pero hay una falta de formación en temas de organización y administración corporativa, esto último necesario para la dirección de una organización, a nivel nacional, en la que se maneja un presupuesto anual de S/.1,679 millones de nuevos soles. 
La experiencia laboral hay que ir construyéndola a partir de una preparación teórica sobre cómo organizar y administrar una institución para así poder encontrar respuestas de cuánto cuesta resolver una sola causa judicial y confrontar los costos con el presupuesto asignado; para fijar indicadores de gestión a todos los servidores judiciales y en todos los niveles; para cuantificar la producción de cada uno de ellos y entender, que el modelo de “control” judicial no puede ser concebido como una etapa desarticulada de la gestión administrativa, como viene sucediendo a la fecha. 
Consideramos que debería modificarse la Ley Orgánica del Poder Judicial, a fin de incorporar como una condición para quienes aspiren a ser elegidos miembros de los órganos de gobierno de la institución, que cuenten con estudios especializados en administración y organización. Estar preparados y capacitados para gerenciar evitaría la improvisación en el ejercicio de las funciones administrativas encomendadas y permitiría mostrar un mejor manejo y visión gerencial de acuerdo a las necesidades y requerimientos que el servicio judicial exige. 
Por otro lado, el CNM, cuando elige a los jueces, en especial de la Corte Suprema no solo debe compulsar su conocimiento jurídico sino que además debe apreciar su capacidad gerencial, pues, dichos jueces –en algún momento de su historia laboral- asumirán los órganos de gobierno de la institución que los alberga; esto significa que cuando el CNM nombre a un juez, no solo lo debe hacer pensando en la función judicial a desarrollar, sino que también debe advertir que dicho juez podría ser a futuro Presidente de la Corte Suprema, Presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Jefe del órgano de Control de la Magistratura o miembro del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, por tanto, también debería proyectarse en la persona del juez elegido, su visión a estas futuras funciones que probablemente tendría que asumir. 
Esta preparación en la actividad administrativa debe ser extensiva a todos los jueces de los diversos estamentos de la institución, que estén interesados en ocupar puestos de dirección en la administración del Poder Judicial. No es suficiente que los jueces sean elegidos por su carisma personal o por su reconocimiento académico y trayectoria profesional en la institución, sino que a todo ello hay que agregar un factor fundamental, estar preparados para desempeñar el cargo administrativo para el que se aspira. ¿Porque no podemos tener jueces con ese perfil? Se hace necesario tener una visión renovada de la administración judicial, donde la propuesta no se agote en la clásica exigencia de mayor presupuesto, pues, el problema del Poder Judicial no es la falta de recursos sino la mala administración que se hace de éstos.

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