Polémico veredicto en Estambul, Turquía. Un prisionero de 28 años al que ya le habían permitido cambiar su nombre al femenino el año pasado, podrá someterse a una cirugía de reasignación sexual aun purgando condena en la prisión de Maltepe.

Asli A. (anteriormente Yunus A.) presentó el pedido sustentando que es transgénero, condición que fue certificada médicos del departamento de investigación de la Universidad de Marmara como “desorden de identidad de género”. De esta manera, la 22da Corte Civil de Anadolu (Estambul) reconoció la necesidad del reo a ser intervenido quirúrgicamente a fin de preservar su bienestar mental.

“Es importante y esencial para la estabilidad mental de la persona que las condiciones carcelarias se adapten para corresponder con su identidad sexual y proporcionen lo necesario para su cuidado integral. Por ende, no hay lugar para objetar contra la petición”, dice un extracto del pronunciamiento de la corte.

Siendo legal este tipo de intervenciones médicas en las cárceles turcas, la instancia derivó la notificación al Ministerio de Justicia para coordinar el traslado del prisionero a un hospital estatal especializado en cirugías de cambio de sexo. El dinero que demandará el procedimiento quirúrgico correrá por el paciente.

En un caso anterior y similar al de Asli A., el juez titular Servet Kartal ya había establecido que la identidad de género tiene carácter trascendental en la psique de las personas y que una reasignación debería ser inminente, pues de no concederla, la justicia prolongaría el sufrimiento psicológico de manera tal que podría conducir a un colapso mental.