No obstante, en América Latina  su obra no ha tenido la difusión que sí tienen otros autores, debido principalmente a la escasez de textos de Seelmann  traducidos al español. Estudios de filosofía del Derecho y Derecho  Penal  no constituye la primera  ocasión en que se traduce  al español un texto del jurista  alemán, pero sí es la primera  traducción de una parte homogénea  de su obra. 

Publicada recientemente por Marcial Pons, bajo el cuidado de Juan Pablo Montiel, esta  obra reúne once ensayos divididos  en tres secciones. La primera de ellas está referida a la dignidad humana y la “juridificación” de la moral en el  Derecho Penal. En esta sección destacan sus ensayos sobre los  delitos de comportamiento y  aquel en el que responde a la  siguiente pregunta: ¿Existen  deberes de solidaridad en el  Derecho Penal? 

En la segunda parte estudia el contractualismo, idealismo y legitimación de la pena. Es  de resaltar su ensayo sobre los  intentos de legitimación de la  pena a través del argumento  del comportamiento autocontradictorio  del autor del delito. 

La tercera parte del libro es tal vez  la más atractiva. Está dedicada a  analizar las paradojas de la “privatización”  del Derecho Penal.  En efecto, Seelmann anota que las nuevas tendencias que se  reflejan en la responsabilidad  por omisión, el Derecho Penal empresarial y la orientación hacia la víctima responden al fenómeno de la “civilización”  del Derecho Penal. 

Cuanto más parece el Derecho Penal haberse esforzado por independizarse del Derecho Civil,  más se ha acercado a este. En eso consiste la gran paradoja de la “privatización” del Derecho Penal. Seelmann coloca como  ejemplo la actual dogmática de  la omisión impropia.

Asimismo,  señala que la dispersión  de las posiciones de garante es  síntoma de la incorporación de  criterios del Derecho de daños al Derecho Penal. Como señala el autor, parte de la crítica de los penalistas a esta dependencia  con el Derecho Civil condujo  precisamente a una conexión  más estrecha con el Derecho  Privado. 

La obra es una brillante oportunidad  para acercarse al  pensamiento del autor sobre diversos temas clásicos del Derecho Penal (tales como teoría  de la pena, dogmática de la omisión, teoría de las normas, etc.). Pero, a la vez, y en ello reside su principal aporte, es un libro que reúne severas y brillantes críticas a las principales  instituciones del Derecho Penal contemporáneo.