Por primera vez en su historia, España ha sido condenada por El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) por trato inhumano y degradante a presos. Tres de los siete miembros de la Sala emitieron su voto calificando los hechos como torturas.

El hecho sancionado sucedió durante el arresto y detención de los dos miembros del grupo terrorista ETA, quienes habían atentado en la T-4 del aeropuerto de Madrid, el pasado 30 de diciembre del 2006.

El fallo del TEDH indica que España vulneró la prohibición de tratos inhumanos o degradantes en su aspecto material y procesal, al no realizar alguna investigación para esclarecer los hechos. Asimismo, se indica que los miembros de ETA, Igor Portu y Mattin Sarasola, sufrieron un trato «inhumano y degradante» que debe considerarse «malos tratos».

Vale indicar que los dos terroristas fueron detenidos el 6 de enero del 2008, poco más de un año después del atentado, por agentes de la lucha antiterrorista de la Guardia Civil. Según el fallo, las lesiones se produjeron cuando estaban en manos de la Guardia Civil y su existencia no ha sido negada ni por el Tribunal Supremo ni por el Gobierno.

Como parte de la sentencia, el Estado español deberá indemnizar a los dos demandantes, Igor Portu Juanenea y Martín Sarasola Yarzabal, con 30.000 y 20.000 euros, respectivamente, por daños morales.