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Al día siguiente del COVID-19. Debe aprobarse una legislación laboral de emergencia

Al día siguiente del COVID-19. Debe aprobarse una legislación laboral de emergencia

El autor sostiene que la prioridad en estos momentos de propagación del nuevo coronavirus (COVID-19) en el Perú, debe ser conservar y asegurar la sostenibilidad de las fuentes de trabajo. Ante ello, su propuesta refiere que la legislación laboral debe servir para este propósito; por lo cual, el Gobierno con carácter de urgencia debe adoptar decisiones que permitan conservar empleos, priorizando la continuidad y reflotamiento de las fuentes que los generan.

Por Javier Dolorier Torres

lunes 23 de marzo 2020

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El autor sostiene que la prioridad en estos momentos de propagación del nuevo coronavirus (COVID-19) en el Perú, debe ser conservar y asegurar la sostenibilidad de las fuentes de trabajo. Ante ello, su propuesta refiere que la legislación laboral debe servir para este propósito; por lo cual, el Gobierno con carácter de urgencia debe adoptar decisiones que permitan conservar empleos, priorizando la continuidad y reflotamiento de las fuentes que los generan.

Soy, como muchos de ustedes, parte de una generación que creció viendo películas apocalípticas de guerras nucleares, meteoritos, pandemias, ataques zombies, invasiones alienígenas, muertos vivientes, etc. Y esas situaciones que parecían tan alejadas de nuestro horizonte se han acercado cambiando nuestro estilo de vida, poniendo a prueba nuestra solidaridad, responsabilidad social, imaginación y resiliencia.

Pero siempre hay un día siguiente y, aunque todos estamos emocionalmente afectados por el encierro y las perspectivas del futuro, creo que en estas situaciones debemos actuar como lo proponía el economista inglés Alfred Marshall: tomar decisiones con la cabeza fría al servicio del corazón caliente.

Antes de plantear las propuestas, hagamos primero un breve recordaris: antes del COVID-19 nuestra economía ya atravesaba dificultades, con bajo nivel de crecimiento, con un mercado laboral con un 75% de informales y endémica desprotección social. Los economistas se los pueden explicar mejor que yo y ya habrá tiempo de analizar el impacto que una medida de inamovilidad social ha generado entre las personas que no tienen un empleo formal y viven del día a día para satisfacer sus necesidades y la desidia de nuestras autoridades que durante décadas no han tomado decisiones firmes y dramáticas para resolver este problema capital.

Pero por ahora nos toca reflexionar y planificar la normalización paulatina de las actividades económicas, tomando desde ahora conciencia de que tendremos que afrontar un escenario muy difícil: actividades industriales paralizadas, sectores muy golpeados como pequeñas y micro empresas que no tienen reservas para afrontar largos periodos de inactividad, hoteles desocupados, servicios de tercerización que no han recibido pagos de sus clientes, restaurantes sin clientes, aerolíneas al borde de la quiebra, empresas de transporte interprovincial y un enorme etcétera de sectores seriamente comprometidos.

Como ustedes saben, por mandato legal las empresas tienen que pagar remuneraciones hasta el 31 de marzo como licencia con goce de haber, pero sin haber generado ingresos. Este desfase está alentado la toma de decisiones que podrían generar despidos arbitrarios, no renovaciones de contratos, suscripción de ilegales convenios de sustitución de la licencia con goce de haber en días de vacaciones. Y eso está sucediendo justamente porque el Gobierno no ha dado reglas claras y precisas en materia laboral, generando incertidumbre entre trabajadores y empleadores.

Pues bien, desde mi perspectiva, la prioridad en estos momentos debe ser conservar y asegurar la sostenibilidad de las fuentes de trabajo. Ya se han dictado medidas fiscales y financieras para las empresas y normas de fomento para las micro y pequeñas empresa, además de la postergación del pago de algunos de los servicios. Pero resulta urgente que en estos momentos que el Gobierno adopte decisiones en una situación de Emergencia Nacional que comprenda, como mínimo, las siguientes acciones:

1. Que el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo tenga (¡¡¡por favor!!!) una posición de liderazgo y presencia, disipando las dudas que trabajadores y empleadores tienen, tomando en cuenta el contexto de grave crisis de muchas empresas y la necesidad de conservación de los empleos.

 

2. Que se dicten normas laborales temporales que permitan a las empresas y trabajadores poder acordar libremente la forma de compensación de los días de licencia con goce de haber, la reducción temporal de las remuneraciones (con el límite de la RMV, por ejemplo), el fraccionamiento del pago de los beneficios sociales laborales (pronto hay que pagar la CTS), la potestad de planificar turnos y jornadas acumulativas, postergaciones de pagos de beneficios sociales y similares.

 

3. Que se permita la liberación de un porcentaje de la CTS, manteniendo un fondo intangible equivalente a dos remuneraciones. Asimismo, que se suspenda por treinta días la retención por aporte a AFP a fin que los trabajadores puedan tener mayor liquidez.

 

4. En el caso de las empresas en crisis comprobada y demostrada, que puedan dar licencias sin goce de remuneraciones por un lapso máximo de noventa días, que puedan optar por reducir su planilla de una manera expeditiva hasta un porcentaje del 10% de su planilla y con el pago de los beneficios e indemnizaciones de forma fraccionada. Esto permitirá que puedan subsistir y luego de mejorar su situación puedan volver a contratar al personal que cesó.

 

5. Para el caso de construcción civil, agroindustria y otras de carácter especial por su intermitencia o estacionalidad, deben darse normas que permitan una adecuada compensación de los días de licencia con una reducción de los aportes que estas empresas hacen al Estado para afrontar el pago de sus cuantiosas planillas.

 

6. Que no se discuta siquiera la posible derogatoria de los decretos de urgencia 014-2020 y 016-2020 que regula la negociación colectiva y el acceso al empleo en el Sector Público. Estamos en una situación de emergencia que legitima una restricción a negociar remuneraciones de acuerdo a los lineamientos que la propia OIT establece.

 

Antes que los termocéfalos salgan a atacar estas propuestas, es mi opinión que el ejercicio de estas facultades debe ser fiscalizado por SUNAFIL para evitar abusos o afectaciones innecesarias a los trabajadores, pero también reconociendo que cada realidad empresarial es diferente y que hay trabajadores que sí quieren aportar para la conservación de los puestos de trabajo en un contexto de crisis nacional e internacional.

Necesitamos normas claras y temporales, quizás impopulares en el corto plazo, pero que permitan conservar empleos priorizando la continuidad y reflotamiento de las fuentes que los generan. Sin tomar estas medidas de excepción, el daño económico será irreversible para muchas empresas y los empleos se perderán en cascada, con el evidente daño social que eso generará. Esperemos que las autoridades laborales estén a la altura de la circunstancia y que tomen decisiones cruciales en estos momentos.

Como lo dije al inicio de este artículo, siempre hay un mañana y este pueden ser mejor. Entonces me resulta inspirador escuchar las maravillosas palabras del Presidente de Estados Unidos en la película Deep Impact, personificado por un magistral de Morgan Freeman, cuando llama a la reconstrucción de un mundo en ruinas. No hemos llegado a tal extremo, ni de lejos, pero el mensaje nos debe llamar a tomar conciencia de que tenemos muchas cosas por reconstruir y que sólo podremos proteger los empleos si es que protegemos a la fuente que los garantiza.


[*] Javier Dolorier Torres es abogado y fundador de Gálvez & Dolorier Abogados, boutique especializada en temas laborales y tributarios. Consultor laboral de corporaciones privadas y empresas y entidades del Estado. Reconocido como Leading Individual por Chambers & Partners 2019 y por Legal 500 2018. Ha ejercido la docencia en la Universidad ESAN, la Universidad de Lima y la Pontificia Universidad Católica del Perú, entre otras. Colaborador permanente de Soluciones Laborales, publicación de Gaceta Jurídica.

Este comentario fue publicado originalmente en: https://semanaeconomica.com/blogs/legal-politica/al-dia-siguiente-del-covid-19-debe-aprobarse-una-legislacion-laboral-de-emergencia.

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