El principal desencadenante de los trastornos psicológicos de los abogados es el estrés y la tensión que son provocadas por las condiciones agobiantes derivadas por el ejercicio de la profesión. Estas son situaciones que son calificadas como de riesgo elevado o muy elevado con mucha diferencia respecto a otros factores negativos para la salud, como son el sedentarismo, el insomnio o el sobrepeso.

Esta es la principal conclusión del Estudio sobre la salud y el bienestar de la abogacía española realizado por Lefebvre y el Instituto de Salud Mental de la Abogacía (Isma). Esta publicación es una iniciativa pionera para conocer el estado de salud y bienestar de los letrados españoles. El objetivo de este estudio es «mostrar hábitos de vida, relación con el trabajo y la satisfacción profesional de los abogados», de acuerdo a José Ángel Sandín, consejero de Lefebvre.

De un universo de 700 abogados estudiados, la gran mayoría (80%) situó al estrés por encima de otros factores que podrían parecer más importantes.

El segundo factor de riesgo para la salud del sector legal es el sedentarismo. La falta de hábito del ejercicio físico determina que la mayoría de los abogados lo considere como un riesgo elevado (45,1%) o muy elevado (15,3%) para su salud.

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Igualmente, el 65,8% de las personas encuestadas afirmó que el sobrepeso también supone un peligro para su vida. Respecto al insomnio, la mitad de los letrados estima que la dificultad para conciliar el sueño entraña un riesgo elevado para su bienestar físico.

Por otro lado, el informe reveló que solo el 17% de los abogados duerme ocho horas y el 81% no llega a las seis horas de sueño. Esto revela una grave carencia en los patrones de descanso que, en opinión de los profesionales encuestados, tiene un importante impacto en su trabajo.