Con la aprobación de la Declaración de Asunción para condenar la desigualdad y abogar por el desarrollo más equilibrado de la región, es como concluyó la edición 44 de la Asamblea General de la OEA donde no se consideró las reformas ecuatorianas.
Dicho documento indica la necesidad de profundizar el desarrollo económico con equidad condenando la discriminación y exhorta a la adopción de medidas políticas y públicas en materia de seguridad, entre otros puntos.
Y debido a la falta de consenso es que las medidas que proponían cambiar la sede de la CIDH y eliminar la financiación de la Relatoría de Libertad de Expresión no fueron tomadas en cuenta para discutirlas y se agendaron para el próximo año.
Esto se evidencia por las palabras del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, al cerrar la asamblea, que no mencionó los cambios propuestos para la CIDH, sino que destacó la importancia de tener políticas de inclusión social, mejoramientos de la distribución de ingreso, promoción de empleo, servicios básicos y evitar la discriminación.