Fredy Otárola: el congresista-notario que incumple la ley

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En los últimos días, la prensa ha presentado una grave denuncia contra el titular del Congreso, Fredy Otárola. Se afirma que la Notaría de Vilma Salvador Huamán –su cuñada– ha obtenido en los últimos siete años ingresos por más de 805 mil soles por los servicios prestados al Gobierno Regional de Áncash, presidido por el cuestionado César Álvarez.

“Es una canallada que me quieran relacionar con estos hechos”, ha señalado Otárola, negando cualquier conflicto de intereses en este caso. Además indicó que “está desvinculado de la notaría de su cuñada” desde el 2006.

Estas afirmaciones no son exactas. Freddy Otárola no puede estar “desvinculado” de su propia notaría (que se encuentra ubicada en Huaraz), pues solo se encuentra de licencia (una larga licencia que ya lleva 8 años). Vilma Salvador Huamán es simplemente la notaria encargada de dicho despacho, como veremos a continuación. Según las indagaciones de la prensa, ese despacho habría obtenido cuantiosos ingresos provenientes del gobierno regional ancashino.

Una encargatura a dedo e ilegal

Antes de ser congresista, Freddy Otárola ejercía como notario en la provincia de Huaraz, departamento de Ancash. Vilma Salvador Huamán también es notaria, pero en una provincia ancashina distinta, Carhuaz.

En el 2006, Otárola solicitó y obtuvo del Decano del Colegio de Notarios de Ancash una licencia a fin de poder desempeñar el cargo de congresista de la República, al cual había accedido en las elecciones generales de ese año. Tuvo que hacerlo porque la Ley del Notariado (tanto la vigente en aquel momento como la actual) ordena que los notarios solo podrán desempeñar cargos de elección popular si solicitan la licencia correspondiente.

A pedido del propio parlamentario, se designó a su cuñada, la notaria de Carhuaz, Vilma Salvador, para que se encargue de su oficio notarial, vale decir, gestione la notaría de Otárola ubicada en Huaraz.

Acá empiezan las situaciones extrañas. Es muy cuestionable que el Consejo Nacional del Notariado del Ministerio de Justicia haya aceptado que el oficio notarial de Otárola sea encargado a una notaria que tiene su propio despacho en una provincia distinta (Carhuaz), cuando en la misma provincia de Huaraz existen otras dos notarías (las de Valerio Sanabria e Ysla Guanillo) que bien pudieron encargarse de ello.

Este tema es particularmente grave en la medida que el artículo 20 de la actual Ley del Notariado, Decreto Legislativo N° 1049, establece expresamente que, en caso de vacaciones o licencia, el colegio de notarios, a solicitud del interesado, designará otro notario de la misma provincia para que se encargue del oficio del titular. Vilma Salvador, la cuñada, no es notaria en la misma provincia que Otárola, por lo que dicha delegación infringe la propia Ley del Notariado.

Este tema ya había sido discutido tres años atrás. Advirtiendo este problema, el propio Colegio de Notarios de Ancash nombró al notario de Huaraz, Carlos Ysla Guanillo, como encargado del despacho de Otárola en reemplazo de Vilma Salvador. Pero, en una controversial resolución, el Consejo del Notariado revocó esa decisión en el 2011 y confirmó a la cuñada de Otárola en dicha encargatura.

El Consejo del Notariado alegó que el art. 20 de la actual Ley del Notariado, vigente meses después de la licencia concedida a Otárola, no podía aplicarse retroactivamente. En eso guarda razón, pero olvidó que la norma aplicable para este caso (el Decreto Ley N° 26002) también establecía expresamente que estaba prohibido al notario ejercer la función fuera de los límites de la provincia para la cual ha sido nombrado (art. 17, inc. g) y que el ámbito territorial del ejercicio de la función notarial es provincial (art. 4).

Esto es, tanto con la ley anterior como con la actual, a Vilma Salvador no le correspondía ocuparse del despacho de Otárola, por ser notarios de dos provincias distintas.

Queda claro entonces que el despacho notarial del congresista Otárola nunca ha estado cerrado. Él mismo se lo encargó a su cuñada, la notaria Vilma Salvador Huamán, contraviniendo lo previsto en el Decreto Ley N° 26002, norma que regulaba al notariado en el 2006 cuando solicitó su licencia para ejercer su primer período de congresista.

Es más, al renovar su licencia en el 2011 (en ocasión de su elección para su segundo mandato congresal), el Consejo del Notariado y el propio Colegio de Notarios de Ancash debieron aplicar lo dispuesto en el art. 20 de la actual Ley del Notariado, norma que ordena –sin lugar a duda– que en caso de licencia deberá designarse a otro notario de la misma provincia para que se encargue del oficio del titular, condición que no reúne la cuñada de Otárola.