Luis Carlos Burneo, conocido en twitter como @spencerlandia, divulgó un video que alertó sobre la amenaza de la Ley de protección del menor de contenidos pornográficos en internet, también denominada ‘Ley Chehade’. El video tomaba mis declaraciones sobre el tema para poner en el debate público sobre lo que implicaba el control de contenidos en Internet.

Las posiciones de académicos, periodistas, juristas y activistas se fueron sucediendo y cuestionaban una norma totalitaria, salida de las fábulas y mitologías de Estados ‘big brother’, creando un “comité de notables que pudieran revisar los contenidos de manera previa, para poder establecer qué contenido era o no era dañino para menores”. 

El proyecto cayó en la Comisión de la Mujer presidida por la Congresista Cecilia Chacón, quien tras un trabajo de consulta amplio, con espacios abiertos al diálogo, con requerimientos de aportes a diversas instituciones públicas y privadas, pero además complementada con un foro llevado a cabo por el Congresista Omar Chehade (de donde viene el nombre de la ley), logro un dictamen equilibrado y respetuosa de derechos humanos, libertades y del libre flujo de información, en un necesario internet libre para la democracia. 

El  25 del pasado mes, se presentó para el debate el texto en el Pleno del Congreso aprobándose por 80 votos a favor el texto sustitutorio. El texto, bastante similar al dictamen de la Comisión que preside Chacón, mantiene el espíritu de la misma, pero da un amplio margen discrecional a la Comisión Especial que se creara, y deja en manos de la Presidencia del Consejo de Ministros (y, entendemos, del Ministerio de la Mujer) el desarrollo del Reglamento.

Es en el Reglamento donde se pudiera intentar retroceder en lo avanzado en la Ley, desde la versión primigenia presentada por el congresista Omar Chehade Moya, pero sin duda el reto será por parte de la Sociedad Civil y el Sector Privado, de activistas del internet libre y de juristas el no permitir que se vulneren libertades y derechos. 

El activismo de Burneo fue el detonante que hoy llega a culminar una primera fase: la ‘Ley Chehade’ deja de ser un instrumento de censura para convertirse en un instrumento de oportunidades  a fin de velar por la protección de menores en un respeto de derechos humanos, democracia e internet libre.

Pero esta batalla recién empieza y es necesario realizar el seguimiento sobre el trabajo del reglamento, que desde ya esperamos convoque a todos los actores para una discusión abierta del mismo. Esto debe continuar para evitar que surjan otras leyes que busquen alterar el adecuado fluir del internet en un irrestricto respeto de los derechos humanos y  de la democracia.