Las próximas elecciones para la presidencia del Poder Judicial se ven plagadas de incertidumbre. Los cinco contendores que, por el momento, se disputarían los votos de los 19 jueces titulares de la Corte Suprema son Víctor Prado Saldarriaga, Vicente Walde Jáuregui y Ana María Aranda Rodríguez, además de Víctor Ticona Postigo y Jacinto Rodríguez Mendoza.
Los candidatos no tienen que inscribirse, ni presentar lista de adherentes, ni soportar tachas. La promoción de los candidatos es interna, en conversaciones en los despachos de la Corte Suprema o en almuerzos de camaradería, en la casa particular de un candidato o de un amigo común.
Por presión de la opinión pública en la última década, el Poder Judicial abrió una ventana en su sitio web para que los principales aspirantes publiquen sus planes de trabajo. Así, todo el proceso electoral, presentación de candidaturas y elección se realiza en un solo día de diciembre, en una o dos vueltas, donde gana el que logra más votos.
El sucesor
En este panorama, uno de los candidatos que parece tener mejores opciones es Prado Saldarriaga, quien cuenta con el apoyo del sector que en las pasadas elecciones respaldó a Almenara Bryson. Muy de cerca, le sigue Walde Jáuregui, que tendría el respaldo de Mendoza, Villa Stein y alguien más.
El grupo que antes acompañó a Duberli Rodríguez, está dividido entre Víctor Ticona y Jacinto Rodríguez, mientras Ana María Aranda, la jefa de OCMA, tiene menos opciones.
Salvo que Aranda logre ser elegida presidenta del Poder Judicial, este año no debe elegirse un nuevo jefe de OCMA, pues es un cargo por tres años.
Cortes Superiores
El primer jueves de diciembre, también serán elegidos los nuevos presidentes en las Cortes Superiores que cuenten con Sala Plena de más de tres jueces superiores titulares. En la Corte Superior de Lima, los candidatos son Ángel Romero Díaz, que perdió la elección pasada con un voto; Oswaldo Ordoñez Alcántara, actual presidente de la Asociación Nacional de Magistrados, y Luis Arce Córdova.
La elección de los presidentes, tanto en la Corte Suprema como en las superiores, suele ser de dos vueltas. Si en primera vuelta, ningún candidato logra más del 50% de los votos, las dos mayorías pasan a una segunda votación, donde gana el que obtenga más votos. Los nuevos presidentes asumirán el primer día útil del 2015, con la apertura del año judicial.