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Este mes, la justicia germana falló a favor de un caso de adopción por el que dos hombres berlineses venían batallando legalmente durante tres años. Pese a que la modalidad de procreación por ‘vientre de alquiler’ está prohibida por ley en Alemania, la jurisprudencia contempla hoy que personas homosexuales puedan reclamar la paternidad del hijo biológico de sus parejas aun si los menores nacieron de esta práctica médica.
Fue el Tribunal Supremo alemán el que finalmente aprobó esta figura, pues priorizó el bienestar y los derechos del menor antes que su origen. Los nuevos padres protagonizan el caso más controversial de adecuación a la ley que permite la adopción de menores a parejas homosexuales, con la diferencia de que en esta ocasión se trató de subrogación gestacional.
De esta manera, el menor nacido en Estados Unidos, podrá ser registrado como hijo de una familia homoparental con los apellidos de los padres primerizos. La pareja, cuyas identidades no han sido difundidas, había viajado a California (lugar donde la práctica también conocida como ‘maternidad subrogada’ es legal) para iniciar un proceso de inseminación artificial del cual nació el menor. La concepción fue posible con el aporte genético de uno de los hombres y un óvulo anónimo dentro del ‘vientre de alquiler’ cedido por una mujer norteamericana.
Cabe recordar que la adopción de menores por parte de parejas homosexuales es legal en Alemania desde junio de este año, siendo el único requisito que uno de los miembros de la unión sea el padre biológico. En Latinoamérica, la más reciente jurisprudencia de este tipo se dio en Colombia, con el caso Leiderman-Botero, en el que una mujer lesbiana pudo adoptar a los hijos biológicos de su pareja.