El presidente del Poder Judicial, Víctor Prado Saldarriaga, reconoció que el proceso judicial por el atentado en la calle Tarata ocurrido en 1992, y que recién finalizó hace unos días, tuvo un trámite muy dilatado.

Prado Saldarriaga considera que esta demora en el juicio a Abimael Guzmán y la cúpula de Sendero Luminosa fue generada por las constantes recomposiciones de salas, otros procesos pendientes contra los mismos senderistas, entre otros motivos.

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En declaraciones a RPP, el titular del Poder Judicial manifestó que experiencia permitirá a la institución mejorar los tiempos en casos similares: “A la justicia peruana le falta prepararse para los megaprocesos, organización detallada tanto en infraestructura, logística, como obviamente en la mentalización de los operadores del sistema”.

Vale precisar que, en el referido juicio, el Colegiado A de la Sala Penal Nacional condenó a cadena perpetua, por ser autores mediatos del atentado, a los terroristas Abimael Guzmán, Elena Yparraguirre, Osmán Morote, Florindo Flores Hala ‘Artemio’, Óscar Ramírez Durand ‘Feliciano’, María Pantoja Sánchez, Laura Zambrano, Margot Liendo Gil, Edmundo Cox Beuzeville y Florentino Cerrón Cardozo.

Como se recuerda, el caso por el atentado ocurrido en 1992, fue reabierto en el 2007 y el Ministerio Público formuló la denuncia penal en el 2013. En enero del 2014, el Segundo Juzgado Penal Nacional inició la etapa de instrucción. Posteriormente, en noviembre del 2016, la fiscalía presentó la acusación.

Recién el 14 de febrero del 2017 inició el juicio oral contra los senderistas y constó de 69 sesiones a lo largo de 18 meses por tratarse de un caso complejo.