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Caso Johnny Depp: ¿Violencia de género sin género o el costo de la difamación?

Caso Johnny Depp: ¿Violencia de género sin género o el costo de la difamación?

Miguel Cente Altos: »Si bien es cierto, en los tribunales no se buscan verdades absolutas, sino verdades demostrables, lo cierto es que, en el presente caso mediático, no podemos ocultar los indicios de violencia doméstica mutua que se ha podido ver durante la relación matrimonial entre los actores Johnny Depp y Amber Heard».

Por Miguel Cente Altos

jueves 9 de junio 2022

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1. Introducción

Una de las noticias más controversiales y comentadas en los últimos días es sobre el juicio que el famoso y reconocido actor Johnny Depp entabló y “ganó” a su exesposa y actriz Amber Heard, por la difamación que esta realizó en su columna del diario The Washington Post en el 2018, en la que se presentaba como víctima de violencia doméstica.

Si bien es cierto, este juicio no es de índole penal -pues no se le imputa ningún delito a la acusada-, ni mucho menos versa sobre la figura de violencia doméstica, sino, más bien, sobre la difamación; lo cierto es que podemos extraer algunas reflexiones de ambas figuras al respecto, pero vayamos al principio de esta lamentable historia de (des)amor.

2. Inicio de la historia de (des)amor

Johnny y Amber se conocieron en el 2012, mientras grababan la película “Diario de un seductor”. Iniciaron su relación ese mismo año y en el 2015 contrajeron matrimonio. Y fue Amber quien en el 2016 solicitó el divorcio -15 meses después de haberse celebrado el matrimonio-, acusando al actor de haberla golpeado, y se le concedió una orden de alejamiento. En la demanda, Heard sostuvo que soportó un abuso emocional, verbal y físico excesivo por parte de Depp, incluyendo agresiones furiosas, hostiles, humillantes y amenazantes. Por su parte, Depp lo desmintió, y poco después, Heard retiró la orden de alejamiento, y selló un acuerdo millonario con Depp para comenzar un proceso amistoso. En el 2017, llegó el divorcio.

Todo parecía haberse quedado en otra ruptura vehemente de Hollywood solucionada con un comunicado, hasta que llegó el MeToo. Para los que desconocen, el MeToo es un movimiento iniciado en el 2017 de forma viral como hashtag en las redes sociales para denunciar los abusos de acoso y agresión sexual hacia las mujeres.

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3. El artículo difamatorio en The Washington Post

Fue en el 2018 cuando Amber Heard escribió un artículo en el diario The Washington Post en el que se definía como “una figura pública que representa el abuso doméstico”. Aunque en el artículo no nombraba a Depp, todo el mundo entendió que se refería a él y a los abusos que describió en la demanda de orden de alejamiento de su divorcio, que luego retiró.

En el 2019, tras un año de incertidumbre en torno a la saga de Piratas del Caribe, Disney habría decidido despedir a Johnny Depp de la franquicia, y reemplazarlo por Margot Robbie, quien tomaría el control de la franquicia, dándole frescura y, obviamente, un carácter femenino (tal vez feminista) a la misma.

Tras silenciar la primera acusación de abuso con un acuerdo, Depp respondió a la situación creada por el artículo que Heard publicó en el 2018 con una demanda por difamación en marzo del 2020.

Johnny Depp pidió 50 millones de dólares a su expareja, catalogando las acusaciones como “demostrablemente falsas”. Además, la acusaba en su demanda de hacerlo para favorecer su carrera a través de una imagen de víctima. Incluso acaba diciendo que “la era la perpetrada”.

El actor, también, señalaba directamente a Disney al argumentar en la solicitud millonaria de la demanda lo que había perdido al dejar de interpretar a su icónico personaje Jack Sparrow. En julio de ese mismo año la demanda fue admitida. 

La actriz respondió con una contrademanda de 100 millones, afirmando lo mismo que Depp pero al revés. Que era ella la que había perdido trabajos y dinero y que el actor estaba detrás de la campaña de desprestigio y presiones de redes sociales para que la despidan, entre otras cosas, de la saga Aquaman.

4. El juicio por difamación contra el diario The Sun

Aunque la expareja tendría que esperar casi dos años para que llegase el juicio en torno a ambas demandas, tuvieron una previa con terceros pocos días después. Ese mismo año (2020), ambos se tuvieron que ver las caras en un juicio en Londres que enfrentaba al actor contra el diario The Sun, donde le calificaron como “golpeador de esposas”. El juez señaló que la frase era “sustancialmente verdadera”. Si bien esta afirmación se puede entender como un amparo a la libertad de expresión y a la credibilidad que también se le puede y debe dar a las acusaciones de Heard, el juicio no llegó a demostrar tal maltrato, solo que no era descabellado que un periódico lo afirmase basándose en las acusaciones contra él.

Este fallo hizo que Warner se sumase a Disney y también decidiese prescindir de Johnny Depp como Grindewald en la saga de Animales fantásticos. Al fin y al cabo, si algo demostró este juicio es que las acusaciones de Heard no son tan fáciles de desmentir por la defensa de Depp.

5. El juicio en la corte de Virginia

No ha sido sino hasta este año cuando la expareja ha comenzado a enfrentarse judicialmente en la corte de Virginia, concretamente en el juzgado de Fairfax. La demanda del actor y la contrademanda de la actriz los enfrentaron en un juicio que tocó de forma tangencial el abuso doméstico y el maltrato como asunto adyacente a una difamación con efectos en la imagen pública y los ingresos de ambos, es decir estamos ante una figura de difamación mediática, tal y como lo aborda el Dr. Pedro Ángulo en su reciente libro del mismo nombre.

El fallo que se llevó a cabo el pasado miércoles 01 de junio estimó que tanto Johnny como Amber son culpables de difamación. Amber deberá pagar al actor una indemnización de 15 millones de dólares al actor; 10 son por indemnización compensatoria y 5 por punitiva. Mientras que Depp deberá pagarle 2 millones de dólares a la actriz, debido a una frase que pronunció su anterior abogado, Adam Waldman, quien afirmó que la actriz había creado un complot para desprestigiar y perjudicar la carrera de su exesposo.

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5. Reflexiones finales

Si bien es cierto, en los tribunales no se buscan verdades absolutas, sino verdades demostrables, lo cierto es que, en el presente caso mediático, no podemos ocultar los indicios de violencia doméstica mutua que se ha podido ver durante la relación matrimonial entre los actores Johnny Depp y Amber Heard. 

Ahora bien, en relación con los diversos sinónimos que se le da a la violencia familiar, se advierte que cuando se trata de referirse al problema social caracterizado por las distintas formas que adoptan la violencia hacia las mujeres en el contexto de una cultura patriarcal, surgen una serie de términos que aparentemente se superponen y que plantean permanentes dudas en relación a la pertinencia de su aplicación: así, en la literatura especializada coexisten términos tales como violencia de género, violencia doméstica, violencia familiar, violencia intrafamiliar, etc. Por lo tanto, resulta necesario detenernos en sus definiciones para entender mejor el contexto en el cual se utilizan dichos términos. Para el presente caso, solo nos avocaremos a esclarecer la diferencia entre violencia de género y violencia familiar o doméstica. 

Cuando hablamos de violencia de género nos referimos al conjunto de actos de agresión, de la más diversa índole, que se ejercen contra las mujeres por el simple hecho de serlo. Mientras la violencia familiar es una de las formas en las que se expresa la violencia de género.

En la primera, el abuso se da en agravio de las mujeres, en cualquier ámbito y por parte de cualquier persona, en tanto que, en la segunda, los maltratos se pueden causar a cualquiera de los integrantes del círculo familiar, dentro de ese contexto y por parte de un familiar.

En nuestro ordenamiento jurídico, por Decreto Legislativo N.º 1323, se fortaleció la lucha contra el feminicidio, violencia familiar y violencia de género, determinando penas severas, sobre todo a la agresión hacia las mujeres. Esto debido a la alta tasa de violencia física, psicológica y sexual femenina que en nuestro país se vive a diario, y que es necesario frenar no solamente con penas severas, ya que el derecho no es un ente pedagógico, sino también con programas sociales, charlas, capacitaciones, consejerías matrimoniales y/o familiares a la población en general, e incluir en la currícula básica educativa este tipo de temas para prevenir que en un futuro este tipo de violencia se siga proliferando, cual virus mortal, por todos los rincones de nuestro país.  

Una de las grandes lecciones que nos brinda este caso mediático es que no siempre el hombre será culpable por ser hombre, ni la mujer será siempre víctima por ser mujer. Cambio y fuera.

Miguel Cente Altos. Asesor legal en las revistas de Diálogo con la Jurisprudencia y Actualidad Jurídica. Asistente de cátedra de los cursos de Derecho Penal I y Medicina Legal en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Estudios de alta especialización en Derecho Penal y Derecho Procesal Penal.

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