A través de una conferencia de prensa, la Conferencia Episcopal Peruana comunicó su decisión sobre la permanencia en Roma de Luis Fernando Figari, fundador de la comunidad religiosa Sodalicio de Vida Cristiana.
Según detallaron, la denuncia por abuso sexual a menores no es la única por la que se le acusa a Figari ya que, además, se sumaron otras por violencia psicológica, maltrato y abuso de poder ejecutados por los miembros del Sodalicio.
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Asimismo, los miembros de la Conferencia Episcopal Peruana compartieron algunos de los pedidos que han realizado al Vaticano sobre el retorno del líder del Sodalicio en Perú, aunque algunos de ellos no son oficiales.
Entre los pedidos mencionados, destaca la “no conveniencia” de su regreso al país, pero se sugiere que Figari “sea destinado a una residencia en la que se prohíba su contacto con miembros del Sodalicio, hacer declaraciones públicas y participar en manifestaciones públicas”.
Así, la decisión de que mantenga su permanencia en Roma deberá medirse a la libre elección del superior general, Papa Francisco, dictada por necesidades concretas para la realización del propósito general.
Además, manifestaron que “no se ha reservado ninguna protección o privilegio de ningún tipo a Figari. Las iniciativas han tenido como único propósito favorecer, en la medida posible, la protección de los fieles del Perú”.
Vale precisar que la apelación administrativa jerárquica presentada por el líder del Sodalicio en el Perú fue rechazada por el tribunal supremo de la signatura apostólica. Ahora, Figari ha presentado una adicional al foro apostólico de jueces.