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“Me preocupan los sesgos intervencionistas de la Superintendencia de Universidades”

“Me preocupan los sesgos intervencionistas de la Superintendencia de Universidades”

La lideresa del PPC sostiene que la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (Suneu), institución que se crearía de aprobarse el Dictamen de la nueva Ley Universitaria, presenta sesgos intervencionistas; sin embargo, le parece positivo que el proyecto de ley para la reforma universitaria considere la acreditación de las universidades.

Por Redacción Laley.pe

jueves 12 de diciembre 2013

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Sobre la vulneración a la autonomía universitaria, Flores Nano cree que la Suneu “puede ser tan intervencionista y negativa como lo fue el Consejo Nacional de Universidad Peruana (Conup) en la época del gobierno militar que cortó la autonomía universitaria, o ser un organismo regulador técnico, como lo son la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) o la Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores (Conasev)”. 

En esa línea precisó que “lo segundo me parecería un enfoque muy técnico y garantizaría calidad; aunque tendría que quedar muy claro cuál es su relación con el Consejo de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación Superior Universitaria (Coneau). Por tal motivo, “tendría que definirse cuáles serían sus funciones (de la Suneu)”. 
Además, no dejó de criticar la labor que desempeña la Asamblea Nacional de Rectores (ANR), calificándola como “una institución lenta, que no cumple funciones, y que no resuelve los problemas”. Añadiendo que “hay que movernos con prudencia, ni con un inmovilismo que impida avanzar, ni con un intervencionismo peligroso que pueda recortar la autonomía universitaria”. 
Para la lideresa del PPC, la solución para garantizar la calidad educativa en las universidades pasa por abordar dos aspectos importantes. Lo primero sería atender “la acreditación universitaria, es decir, fortalecer el Coneau, o el refuerzo con entidades acreditadas en el extranjero, y solo dar título a nombre de la nación a aquellas (a las universidades) que hayan pasado por un proceso de acreditación; en resumen, calidad educativa por acreditación”. 
Lo segundo sería, “exigir más fuerza para la investigación y el emprendimiento”, pues argumenta que “la universidad tiene que ser una creadora, una forjadora de conocimiento y de valor”. 
Por último, cree que al finalizar el actual gobierno se tendrá una nueva Ley Universitaria, debido a que “ir contra la corriente daría la sensación de que queremos un estatus quo en las universidades, lo cual no tiene sentido”. Pero no dejó de acotar que “hay que ir puliendo los aspectos intervencionistas y perfeccionando la forma de tratar a las instituciones”.

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