Luego que el coordinador del Equipo Especial del Caso Lava Jato, Rafael Vela, denunciara este lunes que la oficina del Ministerio Público que había sido lacrada por el fiscal José Domingo Pérez había sido intervenida, se conoció que quien ingresó a la oficina fue la exasesora del saliente fiscal de la Nación, Rosa María Venegas.

Consultada sobre este hecho, la también excongresista señaló que no considera haber cometido delito alguno por su ingreso, ya que «el haber trabajado para el fiscal de la Nación le permitía tener las mismas prerrogativas que el titular del Ministerio Público.»

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En declaraciones a Canal N, Venegas precisó que antes de hacer su ingreso en la oficina, buscó la opinión de terceros para saber si era o no viable: «Los ambientes en los que estamos incluidos los que trabajamos, los asesores, también forman parte del despacho del fiscal de la Nación […] Fui, miré y dije ‘no soy abogada’, hice una consulta: ¿Es posible que te impidan abrir un lugar (cuyo lacrado) no está todavía autorizado por el juez? Me dijeron que no […] He tomado la decisión (de entrar) y lo he hecho […] No voy a revelar mi fuente»

Es así que la exasesora de Pedro Chávarry no señaló quien le dijo que si podía entrar a la oficina lacrada. Lo que si afirmó es que pidió el apoyo a los tres policías que brindaban seguridad personal al exfiscal de la Nación porque los documentos pesaban mucho. En ese contexto, afirmó estar dispuesta a que la investiguen.

Finalmente, Rosa María Venegas pidió disculpas al exfiscal de la Nación por haber afectado su imagen con las acciones que tomó:«Lamento, doctor Pedro Chávarry, que mi actitud una vez más sea utilizada para dañar su imagen. Lo lamento y yo tendré que asumir las consecuencias que sean necesarias».