El fiscal supremo Pablo Sánchez Velarde amplió la investigación del caso “Los Cuellos Blancos del Puerto” a fin de incorporar a los fiscales supremos Pedro Chávarry Vallejos y Víctor Raúl Rodríguez Monteza como presuntos miembros de dicha organización criminal.

Sánchez Velarde adoptó esta decisión sobre la base de los audios de las interceptaciones telefónicas, las declaraciones de colaboradores eficaces y testigos protegidos, así como por informes de la Policía y de las fiscales Rocío Sánchez y Sandra Castro.

Así, según la disposición fiscal 21, tanto Chávarry como Rodríguez son considerados como «dos nuevos puntos nodales o, dicho de otro modo, habrían sido hombres claves de dicha organización criminal”, según reveló El Comercio.

Igualmente ha trascendido que la hipótesis fiscal es que “Los Cuellos Blancos del Puerto” no sería una red criminal clásica jerarquizada de forma lineal (una cabeza y múltiples brazos), sino que presentaría múltiples líderes y con brazos compartidos que operaban en el Poder Judicial, el Ministerio Público, el ahora desactivado Consejo Nacional de la Magistratura y la Corte Superior del Callao.

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Así, respecto a Pedro Chávarry, el fiscal supremo Sánchez Velarde aduce, entre otros, la manifestación del testigo 2111-2018, quien refirió que “luego de la elección del fiscal Pedro Chávarry como fiscal de la Nación, Walter Ríos estuvo alegre y le manifestó que ya tenían el poder”.

Posteriormente, Sánchez Velarde señala que el 3 y 6 de julio del 2018, antes de que se hicieran públicos los audios de César Hinostroza Pariachi, Chávarry cursó oficios para solicitar “de manera urgente” información en “tres áreas sensibles […] que tenían a su cargo investigaciones o procesos contra magistrados”. El pedido, según el Ministerio Püblico, “grafica claramente la razón por la que los miembros de la organización criminal tenían el interés de que Chávarry llegue a la Fiscalía de la Nación”.

Asimismo, Sánchez Velarde refiere que, desatado el escándalo de los audios, Chávarry “presentó una denuncia constitucional ante el Congreso” contra varios magistrados, entre ellos Hinostroza Pariachi, pero sin imputar el delito de organización criminal. “Situación que habría terminado beneficiando a ‘Los Cuellos Blancos’», señala el documento fiscal.

Igualmente, en la sustentación de Sánchez Velarde contra Rodríguez Monteza se refiere que este último habría sido quien advirtió a «Los Cuellos Blancos» que sus llamadas estaban siendo interceptadas. Así, por ejemplo, se detalla que el colaborador eficaz N° 0108-2018 habría señalado que Rodríguez Monteza fue quien informó que “había escuchas de Walter Ríos”. 

Según este colaborador, Ríos esperaba que Rodríguez Monteza resolviera el caso: “Se acordó que ‘cuando él tenga los audios lo van a manejar’ porque ya va a juramentar Gonzalo Chávarry, y todos los nombrados son del grupo, igual [el fiscal supremo] Tomás Gálvez, quien también tenía audios”.

Finalmente, Pablo Sánchez señala que, apenas los medios de comunicación divulgaron los audios, el fiscal Rodríguez envió oficios a los medios periodísticos exigiendo que revelen sus fuentes.