El avión donde volaba Evo Morales no pudo hacer escala en Perú a su retorno, a pesar de que así estuvo planeado. Hoy en la mañana, Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), dio una conferencia desde el Palacio Nacional y explicó los pormenores del viaje de Evo Morales hacia el país que le dio asilo político.

Así fue que detalló las dificultades para sacar a Morales de Bolivia y las negociaciones con varios países de la región, como Paraguay, Brasil, Perú y Ecuador, para poder usar su espacio aéreo. En palabras del canciller mexicano, la gestión diplomática fue “como un viaje por la política latinoamericana y cómo se toman las decisiones y los riesgos que se corren”.

Después de que Morales renunciara el domingo último a la presidencia de Bolivia presionado por policías y militares y en medio de una crisis política, el Gobierno mexicano le ofreció asilo político y envió un avión de la Fuerza Aérea. La ruta que se eligió fue a través de Perú. Ya autorizados, aterrizaron en Lima como primer punto de contacto y tuvieron que esperar algunas horas por la respuesta de Bolivia.

“Están en un proceso político muy complejo, entonces no está claro quién decide qué. Al final del día, se otorgó el permiso por las autoridades competentes en Bolivia”, detalló Ebrard. Sin embargo, al llegar al espacio aéreo boliviano, les dijeron que el permiso obtenido “ya no era válido”. Entonces, emprendieron marcha de regreso a Perú.

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Tras varias horas más, consiguieron la autorización del comando de la Fuerza Aérea boliviana. Llegaron al aeropuerto donde los esperaba Evo Morales, pero cuando estaban a punto de salir el canciller peruano, Gustavo Meza-Cuadra, les dijo que por “valoraciones políticas” se suspendía el permiso para bajar a Lima a recargar combustible y retornar a México.

“Fue muy difícil y muy tenso, porque en el aeropuerto donde estaba Evo ya había seguidores y simpatizantes de él alrededor (…) Y dentro, (estaban) las Fuerzas Armadas de Bolivia”, manifestó Ebrard, en lo que calificó como uno de los momentos de “mayor tensión”. Mientras, el canciller de México tuvo que buscar un “plan B” y estableció contacto con los países de la región.

“Como un viaje por la política latinoamericana”

El Gobierno de Paraguay, con la ayuda del presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, les permitió recargar combustible y esperar hasta que se gestionaran los trámites aéreos pertinentes. Después de esto, la situación se volvió a poner complicada. Tuvo que intervenir la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, porque “ya no nos iban a permitir salir”.

Una vez en Asunción, volvieron a establecer contacto con Perú. “Bueno, no vamos a bajar a recargar combustible, pero déjennos usar su espacio aéreo de regreso”, contó el canciller mexicano que le dijo a Meza-Cuadra. Después de obtener el permiso necesario, consultaron con el canciller de Ecuador para bajar a Guayaquil a reabastecerse de combustible. Y obtuvieron una respuesta favorable.

Pero cuando estaban por emprender vuelo, Bolivia les negó el permiso para usar su espacio aéreo. Al no poder pasar por allí, tuvieron que gestionar permisos con Brasil para así cruzar Perú, Ecuador y seguir, a través de aguas internacionales, hacia la Ciudad de México.

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Ya en viaje, decidieron no bajar en Ecuador, “porque estaba siendo muy complicado lo del permiso”. “La última vicisitud es que hubo que rodear Ecuador porque estando en vuelo les dijeron que no les permitían cruzar el espacio aéreo. Hubo que rodear para entrar en aguas internacionales y poder continuar el vuelo”, dijo el canciller de México.

Esto originó una serie de retrasos, pero finalmente Evo Morales llegó al país de Andrés Manuel López Obrador a las 11:10 (hora local). “Doy la bienvenida al presidente Morales a México. El asilo ha sido efectivo, en nuestro país gozará de seguridad e integridad”, señaló posteriormente Ebrard.

El canciller mexicano también resaltó que, a pesar de los contratiempos, no hubo ninguna tragedia, pues el avión mexicano podía soportar 11 horas de vuelo. Finalmente, dijo que el asilo a Morales se hace conforme al artículo 11 de la Constitución y sus “leyes correspondientes”. “El propósito de ese artículo y de los ordenamientos legales es ofrecer protección a la vida y a la integridad de aquellas personas que sean objeto de persecución política”, subrayó.