El Segundo y Tercer Juzgado Civil de Lima Norte emitió las primeras trece sentencias bajo el sistema de litigación oral, que ha sido implementado en la especialidad civil desde el 17 de enero, con el objetivo de revertir la sobrecarga procesal y el hacinamiento por esta materia.

Desde esta fecha, en que entró en funcionamiento el Primer Módulo Civil Corporativo de Litigación Oral de este distrito judicial, las causas judiciales han podido ser resueltas en audiencia tras exposición oral de las partes, agilizando la tramitación de los expedientes.

En el caso del Segundo Juzgado Civil, la magistrada Lucía Campos Flores llevó a cabo los procesos orales sobre reivindicación, nulidad de acto jurídico, interdicto a recobrar indemnización por daños y perjuicios, y otorgamiento de escritura pública; y emitió las respectivas sentencias, que fueron oralizadas con los fundamentos generales y notificadas en el día a las casillas electrónicas de los intervinientes.

Por su parte, el magistrado Rafael Landa Claros, del Tercer Juzgado Civil, en un caso de desalojo por ocupante precario, instauró la audiencia pública con la participación de las partes de manera presencial, postuló la teoría del caso y los medios de prueba, y escuchó los alegatos; para, finalmente, declarar infundada la demanda y notificar la sentencia en la sesión.

A través de este nuevo mecanismo, garante de celeridad y transparencia en los procesos, cada una de las audiencias duró alrededor de 30 minutos, con lo cual culminaron en primera instancia.

Asimismo, se viene brindando capacitaciones sobre la reforma procesal de la oralidad civil para abogados litigantes, teniendo en cuenta lo crucial de su papel en el desarrollo de las audiencias y el avance de este sistema.

Al respecto, la abogada Nancy Cabrera expresó que “esta modalidad es beneficiosa para los litigantes e inclusive para los magistrados […] ojalá se aplique este método a todos los procesos”, al concluir la audiencia oral de otorgamiento de escritura pública.

“Generalmente los desalojos duran hasta dos años en primera instancia; y si llega a la Corte Suprema, entre cinco a seis años; pero con esta herramienta, el procedimiento es sumamente célere y es muy beneficioso para ambas partes”, agregó el abogado Manuel Chambergo.