Hoy, el Pleno del Congreso debatirá y votará a los 6 candidatos a magistrados del Tribunal Constitucional (TC) que llegaron a la etapa final del proceso de selección. La votación, de acuerdo a ley, se hará por cada aspirante en orden de mérito, requiriéndose un mínimo de 87 votos para ser elegido.

Al parecer, no se alcanzará tal mayoría. Es decir, es muy probable que el escenario sea el de siempre: el Congreso retrasará la renovación de magistrados porque no llegó a “consensos”, lo que implica que el reparto de las 6 vacantes no convenció a todas las bancadas.

Desde la primera renovación en 2002, hasta la fecha, no ha habido una sola elección oportuna. El Congreso ha demorado continuamente el cumplimiento de su deber, existiendo casos en los que la elección se produjo casi 5 años después de vencido el mandato (caso Vergara Gotelli), lo que contradice, en la práctica, la Constitución, pues esta precisa que no hay reelección inmediata.

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El cargo de magistrado del TC exige la más alta competencia y trayectoria profesional. Lamentablemente, los antecedentes del proceso parlamentario (nulidades, renuncias por irregularidades, “repartijas”, disolución del Congreso, medidas cautelares para suspender el proceso, etc.) no generan incentivos para convocar a los juristas más reputados. Pese a tener nuevas reglas de transparencia y evaluación, el actual proceso no ha hecho la diferencia: ni hay perfiles categóricos idóneos ni la mayoría parlamentaria tiene la voluntad de garantizar imparcialidad con base en la meritocracia. Entonces, el problema no es la norma, es el operador.

La tendencia mayoritaria en el mundo es que la elección del TC sea plural (con participación de otros órganos), ya sea mediante designación directa, propuesta, ratificación, entre otros. La elección es un proceso y en el Perú el monopolio de tal competencia en todas sus etapas la tiene el Congreso. Por donde se evalúe el modelo peruano, hace ver que es necesaria una reforma constitucional en la materia. El recurrente actuar del Congreso debilita la institucionalidad del TC y ese es un asunto que urge corregir.

Dr. Raúl Gutiérrez Canales. Abogado por la Pontifica Universidad Católica del Perú. Máster en Derecho Parlamentario por la Universidad Complutense de Madrid y magíster en Derecho Constitucional por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.