A través de la Casación N° 1206-2020-Lima Norte, la Corte Suprema determinó que para variar la tenencia es necesario que jueces valoren las declaraciones del menor en forma conjunta y no aislada, más aún si la menor ocultó, coaccionada por la madre, que fue víctima de violencia psicológica y tocamientos indebidos por parte de su padrastro. Esto en razón del deber de protección especial y el interés superior del niño.

En el presente caso un padre interpuso demanda de variación de tenencia, suspensión de la patria potestad y régimen de visitas de su menor hija, en la cual alegó que era maltratada física y psicológicamente por la madre y el padrastro. El demandante precisó que la menor recibió golpes, humillaciones y tocamientos indebidos por parte de la nueva pareja de la demandada.

El Juzgado Civil Transitorio – Sede Módulo Básico de Justicia de Tungasuca de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte declaró infundada la demanda al precisar que la menor habría declarado no tener voluntad de vivir con su padre y estar feliz con su madre. Precisó, también, que no era factible dejar a la menor bajo la tenencia del padre porque significaría reemplazar la figura materna.

La Primera Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte confirmó la sentencia de primera instancia, a pesar de que la pericia psicológica practicada a la menor concluyera que si presentaba indicadores de afectación emocional asociados a cuadro de maltratos psicológicos, esto debido a que para la corte superior tal riesgo de violencia cesó desde el momento que el padrastro dejó de convivir con la demandada y, sobre todo, porque sopesó las declaraciones de la menor de querer vivir con su madre.

La Corte Suprema, actuando en sede de instancia, determinó que es necesario considerar todas las declaraciones de un menor de edad en un caso de variación de tenencia y más aún si de otras evaluaciones se advierte que existe contradicción en ellas. La corte precisó que no era posible que se evalúen de manera aislada dichas declaraciones de la menor, toda vez que esto atentaría contra el deber de protección especial cuando se trata de los derechos y del interés superior del niño.