Alfredo Bullard: «El cine grafica mucho mejor los casos jurídicos que las universidades» (entrevista)Laley.pe entrevistó a Alfredo Bullard en el 2015 y le preguntó acerca de sus pasiones: el cine y las artes escénicas.
Más allá de su reconocida trayectoria en Derecho de la Competencia, Regulación Económica y Arbitraje: Alfredo Bullard es un amante del cine y las artes escénicas en general. Esta afición lo ha llevado a crear el curso de Derecho y Cine en la PUCP y a montar dos obras de teatro sobre temas jurídicos, en los que participaron docentes y alumnos universitarios.
¿Cuándo se originó su afición por el cine y las artes escénicas?
Nació como un interés desde joven, pues me parecieron las artes más completas y desde muy chico iba al cineclub. Con el paso del tiempo y con el ejercicio de la profesión, fui descubriendo que los abogados somos contadores de historias, especialmente cuando nos referimos a casos de litigios de negociación.
¿Entonces considera que las artes escénicas se asocian con el ejercicio de la abogacía?
Efectivamente. La razón principal es la cultura. Un abogado culto, que se cultiva no solo en el razonamiento jurídico o en la cultura jurídica, sino en otros elementos, adquiere un sinnúmero de recursos humanos y profesionales que le sirven para su actividad. Los temas jurídicos, cuando uno los ve en el cine o en el teatro permiten el ejercicio de introspección sobre el problema jurídico y humano que está detrás. Cuando uno va a la universidad, los casos jurídicos son papeles y en el mundo real eso no es así. En el mundo real son personas con las que se interactúa en situaciones políticas, situaciones económicas, psicológicas, etc., que el cine grafica mucho mejor que los papeles.
¿De qué manera tu gusto por las artes escénicas se trasladó a la docencia?
El cine tiene mucho que aportar a los abogados desde el punto de vista de cómo contar una historia, debido a que tiene técnicas de relato. Y eso luego se trasladó al teatro, donde, a raíz de mi experiencia de dictado en la universidad básicamente en cursos de litigación, en donde se trabaja las destrezas legales de los abogados –no solo el razonamiento jurídico, sino la capacidad de expresarse correctamente, de usar el lenguaje corporal, de usar la voz, como un mecanismo de persuasión- comencé a trabajar con directores de teatro en los cursos, como Roberto Ángeles y Malcolm Malca, principalmente. Posteriormente, saltamos a montar obras de teatro con profesores de la PUCP.
Si debiera recomendar tres películas que todo abogado debe ver, ¿cuáles serían?
Recomendaría “Anatomía de un asesinato”, un notable filme de los años 50, y quizás una de las que mejor pinta lo que hace un abogado y los problemas y dilemas que enfrenta. La segunda es “Doce hombres en pugna”. Hay varias versiones, pero recomiendo de Cinelumen, en donde un jurado discute si debe condenarse o no a pena de muerte a un joven. Aquí no solo se ve el drama jurídico sino sobre todo el drama humano de la discusión y los aspectos psicológicos. Por último, “Los juicios de Nuremberg”, donde se relata no el juicio de Nuremberg a los nazis, sino el juicio a los jueces que aplicaron la ley nazi.
¿Qué opinión le merece a la actual industria cinematográfica peruana?
No soy el que cree que hay un cine comercial malo o un cine artístico bueno. Creo que el cine comercial puede ser muy bueno. Se ha visto la mejora de la calidad artística de muchas películas. El trabajo de Claudia Llosa, por ejemplo, ha abierto la posibilidad de ganar premios importantes. No tienen una veta comercial, pero sí es un trabajo interesante. También se ve el desarrollo de un cine comercial, que quizás no tenga la misma profundidad artística, pero tiene el gran mérito de atraer a la gente. Perú tiene el valor de ir creciendo en estos dos campos.
Accede aquí a noticias legales de Laley.pe
