Mientras que nuestro país aún tiene pendiente la aprobación del Reglamento de la Ley de Alimentación Saludable, norma que aplica parámetros técnicos sobre los niveles máximos de azúcar, sodio y grasas saturadas que deben contener los alimentos y bebidas no alcohólicas procesadas, y la reducción gradual de grasas trans hasta su eliminación; Lutania, un país del norte de Europa, nos da la delantera y prohíbe las ventas de bebidas energizantes a menores de 18 años.

Asimismo, la nueva norma europea prohíbe la publicidad en todos los medios a los que tengan acceso los menores de edad, y se restringe su venta en lugares como eventos deportivos, cines, teatros, entre otros. La nueva regulación en este país se basa en un estudio realizado por la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) en el 2013. La investigación concluyó que casi el 70% de la compra de este tipo de bebidas en la Unión Europea las realizan los adolescentes, entre 10 y 18 años.

Estos productos, según especialistas, contienen más de 150 miligramos de cafeína, taurina u otros componentes estimulantes que generan principalmente en los jóvenes la sensación de vitalidad e inhibición del sueño, entre otros efectos, y que a la larga produce problemas serios de salud.

Al consultarle a Jaime Delgado sobre la regulación de las bebidas energizantes en el país, el parlamentario integrante de la Comisión de Defensa del Consumidor del Congreso señaló que aún no existe una iniciativa legislativa sobre esa problemática; sin embargo, no descarta en impulsarla al considerar que afecta de sobremanera la salud de los jóvenes y que otros países, no solo en Lutania, ya han aplicado medidas sobre el consumo de este producto.

«Es preocupante la promoción que se le da al consumo de estas bebidas en los adolescentes. Incluso, algunos países como Arabia Saudí han impedido su publicidad y han limitado su venta y distribución en determinados establecimientos, o han incluido una especie de advertencia de posibles efectos en los mismos productos«, acotó el congresista Delgado.

En efecto, en el caso del país Emiratos Árabes, desde julio de este año, todas las compañías que ofrecen sus bebidas energéticas están en la obligación de colocar en los envases advertencias, como “no consumir mezclada con alcohol”.

Esta nueva medida se aplicó debido a que una investigación arrojó que la mezcla de una bebida energética con alcohol puede ser una combinación potencialmente peligrosa para la salud. Además, el consumo excesivo se relaciona con problemas del corazón, con la depresión, con la hipertensión, provoca convulsiones y palpitaciones entre otros efectos.

Al parecer, la valla para igualar a estos países en la regulación sobre este tema aún está muy lejano. Recordemos que el Congreso tiene pendiente atender el proyecto de ley que propone prohibir de manera total la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco en los lugares donde se expende, es decir ya sea bodegas, tiendas minoristas y otros. Quizás, por ahí se debería empezar.