¿Qué hacer cuando se asume la defensa de una persona a quien se le pretende despojar ilegítimamente de su propiedad, gracias a la acción cuestionable y parcializada de un juez y un secretario, quienes, por añadidura, son elementales en el conocimiento del Derecho? La respuesta –según diría Nakazaki– es plantear un caso jurídicamente difícil de resolver, para que la instancia superior revierta lo decidido.

César Nakazaki comenta que en uno de sus primeros casos tuvo que enfrentarse a una situación como la antes descrita. Y nos describe la estrategia que ejecutó con éxito: “Recurrí a un viejo amigo de tantas batallas, el insigne autor italiano Francesco Messineo, y en su tratado encontré la preciosa acción de declaración de certeza del derecho de propiedad y la formalicé en una demanda. Como proyecté, el juez civil y el de facto (el secretario) jamás habían escuchado de la acción declarativa, no sabían qué hacer. Los presioné con escritos quincenales, semanales y diarios: por enésima vez, emita sentencia. Se sentenció e interpuse recurso de apelación con la advertencia a los traferos que toda sentencia que dicten lograría que sea revocada”.

Además de ello, Nakazaki recuerda que a su cliente se le había interpuesto una denuncia penal por usurpación, pues querían amedrentarla para que no luche por su propiedad. “Repetí la estrategia del caso difícil neutraliza al corrupto, que en el caso penal era el fiscal, no el juez. Recurrí a la fascinante teoría del bien jurídico, motivo de mi tesis de bachiller, la combiné con derechos reales, clases de posesión, fundamento del interdicto y planteé un caso de atipicidad porque el bien jurídico protegido en el tipo de usurpación es la posesión y los derechos reales sobre la nuda propiedad (usufructo, uso  habitación). Postulé que en el caso de la posesión se tutela a la posesión ilegítima de mala fe o viciosa. Finalmente, todo salió bien: mi querida patrocinada recuperó su propiedad y en el caso penal fue absuelta”, recuerda Nakazaki.

De esta manera César Nakazaki Servigón presenta su más reciente obra, publicada por Gaceta Jurídica y que ofrece a los lectores una producción jurídica de indispensable consulta en materia de Derecho Penal, Derecho Procesal Penal y Derecho de Ejecución Penal.

Bajo el título “El Derecho Penal y Procesal Penal desde la perspectiva del abogado penalista litigante”, esta obra contiene las reflexiones del profesor Nakazaki a propósito de la defensa ejercida en los casos que ha tenido a su cargo a lo largo de sus casi treinta años de experiencia profesional. Todo ello a partir de “una visión funcional o práctica del Derecho: pues su empleo es para solucionar legalmente los problemas que viven los seres humanos que participan del proceso”, nos recuerda el autor.

En ese sentido, las instituciones jurídicas examinadas por César Nakazaki son abordadas desde una perspectiva eminentemente práctica, pero sin descuidar su rigor técnico o dogmático. Los temas analizados se dividen en los siguientes capítulos: Derecho Penal. Parte general; Derecho Penal. Parte especial; Derecho Procesal Penal. Principios y garantías; Derecho Procesal Penal. La prueba penal; Derecho de Ejecución Penal; y, Derecho Penal Internacional. Así, destacan en la obra sus comentarios sobre los delitos contra la intimidad, enriquecimiento ilícito, delitos contra el honor, omisión a la asistencia familiar, defraudación tributaria, abuso de autoridad, encubrimiento real, plazo razonable, valoración de la prueba pericial, concepto de funcionario público, principio acusatorio, nulidad del proceso por indefensión, prueba en los hechos institucionales, admisión de prueba nueva en el proceso penal, utilización de la declaraciones previas al juicio oral, entre otros.

La publicación se presenta en edición de lujo de tapa dura y contiene 848 páginas. Actualmente se encuentra en distribución de forma exclusiva para los suscriptores 2016-2017 de «Actualidad Jurídica».