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Desde el 2011, dichos gigantes de la tecnología fueron acusadas de conspirar entre sí y pactar no arrebatarse talentos mutuamente mediante mejores ofertas de trabajo. Esto provocaría que los sueldos no sufran cambio alguno y con la seguridad de que no reciban ninguna oferta laboral.
La demanda colectiva exigía $ 9 mil millones como compensación por los abusos cometidos, pero el acuerdo suscrito apenas otorga a los trabajadores unos miles de dólares. Ellos reclamaban 3 mil dólares por concepto de daños causados, pero las compañías decidieron llegar a un acuerdo.
Para evitar un juicio y tener que pagar $ 9 mil millones por sanciones que las leyes de antimonopolio de Estados Unidos estipulan, las compañías le ofrecieron pagarle a los trabajadores $ 324 millones a cambio de desistir en la demanda.
Ante esto, la abogada de los demandantes, la doctora Kelly Dermody, afirmó que la proposición era lo más beneficioso para ambas partes, y las compañías, en efecto, admitieron que realizaron ciertos acuerdos para abstenerse de hacer ofertas laborales, sin embargo negaron haber conspirado en una eventual rebaja de sueldos.