La selección de Holanda consiguió su pase a cuartos de final tras ganarle a su similar de México mediante un penal que sancionó el árbitro tras una falta cometida hacia Robben. Horas después de finalizado el encuentro, el holandés admitió haber fingido la infracción. “Quiero disculparme. Me tiré. A veces, esperas que te den (cobren el penal), pero no debería haberlo hecho. Fue estúpido”, declaró.

Horas después aclaró lo dicho, alegando que se refería a una jugada anterior en la que se lanzó en el área tras sentir el contacto. Dicha falta no fue sancionada, pero se discute qué acción debería tomarse si los jugadores admiten este tipo de acciones una vez finalizado el partido donde salieron victoriosos.

Ante este caso, la portavoz de la FIFA, Delia Fischer anunció que “Instamos a todos los futbolistas y a las federaciones a mantener siempre el fair play (juego limpio). Pero en este caso no se trata de una infracción grave”.

Lo que dice el reglamento 

No obstante, el Código Disciplinario de la FIFA (CDF), en su artículo 57, acerca de Ofensas al honor y deportividad, señala que, las palabras, gestos injuriosos, o por cualquier otro medio, ofenda el honor de una persona o contravenga a los principios de la deportividad o la moral deportiva, podrá ser sancionada conforme al artículo 10.  

El referido contempla la advertencia, reprensión, multa o devolución de premios, como castigos. Lo que se aplicaría a Robben es el de atentar contra los principios de la deportividad o la moral deportiva, en este caso, por haber simulado una falta.

En el capítulo 12 de las Reglas de Juego, se señalan las amonestaciones por conducta antideportiva y allí se encuentra lo que específicamente incurrió el talentoso volante. Es merecedor de una amonestación cuando el jugador intenta engañar al árbitro simulando una lesión o pretendiendo haber sido objeto de infracción (simulación).

Sin sanción alguna

Con relación a la copa del mundo, no es la primera vez que un jugador confiesa haber simulado o aceptado haber cometido una falta después del partido. Existen dos antecedentes; el primero fue el de Maradona en México 86’ cuando anotó el gol con la mano contra los ingleses y el segundo fue en 2009 cuando Thierry Henry acomodó el balón durante el repechaje para Sudáfrica 2010.

El primer caso generó mucha polémica cuando Diego Maradona puñeteó el balón en el aire cuando lo disputaba contra el portero rival para anotar un gol. El árbitro del encuentro, el tunecino Ali Bennaceur, no vio falta alguna y lo cobró como válido. Si bien la FIFA no investigó este suceso, el tunecino no volvió a arbitrar en un mundial.

Ante esto, Maradona solo declaró que había marcado “un poco con la cabeza y un poco con la mano de Dios”, dejando una leyenda tras suyo, pero con el pasar del tiempo, se siguió especulando, hasta que 19 años después, en 2005, admitió haber anotado de forma ilícita.

FIFA no sancionó a Henry

La selección francesa disputó en 2009 el pase al mundial de Sudáfrica contra Irlanda. Allí, en el último partido, Thierry Henry acomodó con la palma de la mano el balón para luego cederle a un compañero y anotar el gol de la clasificación. Las imágenes evidencian claramente la falta cometida, sin embargo el árbitro sueco Martín Hansson lo consideró válido.

En conferencia de prensa, Henry admitió que había sido con la mano, se disculpó por ello y contó que se lo había dicho al árbitro, el cual no se lo consideró. El hecho causó vergüenza en todo el mundo y, por su parte, la FIFA anunció que abriría una investigación para evaluar una sanción contra el francés, manejando la posibilidad de que se perdiese una o dos fechas del mundial. Al final, la FIFA no castigó al jugador y, en lugar de ello, justificó bajo argumentos nada convincentes el ‘relegar’ al conjunto galo del bombo de los cabezas de serie. Es por ello que pasaron a formar parte del Grupo A, por debajo de equipo local, México y Uruguay.

La tecnología como alternativa

Es por ello que, si bien hay faltas en las que la FIFA no ha podido regular con exactitud, puede actuar de oficio, ejecutando lo que dice el artículo 77 del CDF, en donde le permite sancionar faltas que el propio árbitro no hubiese advertido durante el encuentro, así como sucedió en el caso de Luis Suárez.

Para combatir estas irregularidades, también se exige el uso de la tecnología, como por ejemplo, que el árbitro se apoye en las imágenes de televisión en situaciones difíciles para tomar una decisión. Aunque el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, considere como una “desnaturalización del juego”, ya se están introduciendo estos recursos, como por ejemplo, el “ojo del halcón” que ya ha ayudado a comprobar la anotación de un gol durante el partido de Francia contra Honduras.