Pedro Grández Castro presentó su carta de renuncia al cargo de director de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia. Según el trámite regular, su dimisión tiene que ser evaluada primero por el viceministro de Derechos Humanos, Daniel Sánchez, y luego pasará al despacho del ministro Vicente Zevallos.

«Le voy a expresar al ministro (Vicente Zeballos) mi total disposición y tengo mi carta de renuncia lista. No quiero causarle contratiempos al avance (de la gestión). Y, por otro lado, yo necesito también tiempo para defenderme. Vivo de la academia hace mucho tiempo, me dedico a eso”, detalló a IDL Radio.

Grández también indicó que no quiere ser una «distracción» para el gobierno por lo que estará a disposición de la decisión del ministro Zevallos. Por otro lado, también negó cualquier vínculo con la organización terrorista Sendero Luminoso. «28 años después aparece un atestado con una serie de cosas que yo no conozco, la verdad que siempre las negué (…). Voy a tardar unos días en ubicar la resolución judicial que ordenó mi libertad», enfatizó.

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Esta renuncia se da luego de que una investigación periodística de Peru.21 afirmara que el 25 de octubre de 1991, el Ejército detuvo a Grández en la puerta de ingreso de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Según el referido medio, al ahora exdirector de Derechos Humanos se le halló tres ejemplares del semanario El Diario (publicación senderista de la época), cuya venta permitía financiar las actividades de esa organización terrorista.

También se le habría encontrado a Grández un manuscrito sobre el «Plan del Movimiento Juvenil de Sendero Luminoso», el cual, según la pericia grafotécnica practicada en ese momento por la la Dirección de Lucha contra el Terrorismo (Dircote) «provendrían del puño gráfico del detenido”. En dicho documento, según dicho medio, se consignaba el objetivo, los mecanismos y la perspectiva para la captación de masas de dicha agrupación subversiva; así como un informe del funcionamiento de las escuelas populares de Sendero Luminoso.