Fernando Olivera Vega, exministro de Justicia y de Relaciones Exteriores durante la gestión de Alejandro Toledo, rindió una segunda manifestación (en menos de una semana) ante el equipo especial Lava Jato del Ministerio Público, que lo investiga por el presunto delito de tráfico de influencias vinculado a Odebrecht.

Antes de su ingreso a la Fiscalía, el que también fuera embajador del Perú en España, expresó ante la prensa su disconformidad con la investigación, ya que asume que se trata de una «denuncia maliciosa» que habría sido presentada por lo que él llamo «el sistema de corrupción y sus voceros». 

«Siempre he cumplido con mi deber, he trabajado honradamente enfrentando a pecho descubierto a la corrupción y ese es el precio del deber que debemos pagar los demócratas», declaró. A su vez, mencionó que se desbaratarían cada uno «de los hechos falsos» porque no existía ningún tipo de sustento para acusarlo.

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Cabe señalar que en el año 2005, Olivera declaró haber intervenido para levantar las observaciones del fallecido Contralor General de la República Genaro Matute contra la Interoceánica Sur; obra que sería adjudicada a Odebrecht.

Olivera manifestó que fue a la Contraloría, en compañía del exministro de Transportes José Ortíz, a fin de levantar dichas observaciones: “(…) el 4 de agosto cuando se iba a firmar el contrato a las 10 a.m. el contralor (Matute) mandó otro oficio diciendo que no se podía porque los contratistas (Odebrecht) tenían juicios abiertos con el Estado y de nuevo quién estaba allí para contribuir a resolver el problema, ¿quién? con toda modestia, Fernando Olivera”, expresó el exfuncionario del gobierno de Alejandro Toledo.