El especialista en materia constitucional Luciano López relata sus hallazgos sobre el documento que respalda la iniciativa de recolección de firmas de Perú Libre con la finalidad de establecer una Asamblea Constituyente.

Luciano López señala que se encontró con tres textos normativos distintos con relación a la misma iniciativa. Los cuales tienen vacíos o inconsistencias respecto del modo en que se van a concretizar las ideas propuestas.

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Vacíos e inconsistencias

Uno de los textos, “Referéndum para que se consulte a la ciudadanía para la reforma total de la actual Constitución vía asamblea constituyente”, fue presentado incluso antes de que se supiera que Pedro Castillo había ganado las elecciones.

López encontró que una de las falencias de este texto es que en él se propone una Asamblea Constituyente compuesta por 130 miembros elegidos por regiones de acuerdo con su volumen poblacional; sin embargo, no explica cómo se haría esta proporción del volumen poblacional. Por tanto, esto necesitaría de una norma complementaria.

Surge aquí un problema porque si no se es preciso, hay alguien que tiene que complementarla, porque de lo contrario la norma no se podría implementar. En este punto el pedido tampoco es coherente.

El constitucionalista señala también que el texto se establece que las normas complementarias van a ser aprobadas por ley, pero luego dice que es responsabilidad del Poder Ejecutivo dictar todas las medidas necesarias y suficientes para el cumplimiento de la presente ley.

Esto es contradictorio en tanto si las normas complementarias las tiene que dictar el Congreso porque es por ley, ¿cómo es que el Ejecutivo tendría también que normar?

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Falta de precisión

El segundo texto, que es el que más impulso ha tenido, es aquel enunciado en estos términos, “¿Aprueba usted la reforma total de la Constitución de 1993 a cargo de una asamblea constituyente popular, soberana y plurinacional?”.

Para Luciano López, desde el enunciado el texto ya cuenta con un problema, pues la pregunta debería ser: “¿Aprueba usted la convocatoria a una asamblea para que reforme totalmente la Constitución del 93?” En tanto la recolección de firmas no es para que se constituya la asamblea directamente, sino para que se abra la convocatoria a esta.

Otro tema en este segundo texto es el tema del plazo, pues para el especialista en materia constitucional, el plazo para que el presidente realice la convocatoria a elecciones de la Asamblea Constituyente, los 30 días posteriores deben contarse a partir de que el jurado haya dictado resultados favorables en relación al referéndum.

Asimismo, temas como la elección de los asambleístas y la composición de la asamblea. En cuanto a quienes pueden presentarse a las candidaturas, no hace mayor precisión sobre a quiénes comprende el término partidos políticos o por el término listas ciudadanas representativas.

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¿Qué se necesita?

Luciano López señala la necesidad de un diseño adecuado de sus propuestas, precisar el modo en que se conformará la Asamblea Constituyente sin dejar lugar a vacíos o inconsistencias que no permitan implementar esta iniciativa.

Asimismo, tener en cuenta las experiencias previas con relación a asambleas constituyentes y pensar en los plazos que se necesitaron para concretar el objetivo de las mismas.

Para el constitucionalista, sí se necesitan hacer reformas a la Constitución para mejorar, pero el problema es que existen posiciones extremas que no se ponen de acuerdo y, por ende, es necesario abrir un espacio de comunicación.

López considera que se necesita un diálogo que fundamentalmente tenga en cuenta a las unidades y a las universidades provincias. Esto será lo que permita llegar a un verdadero acuerdo nacional, uno extendido y permanente, que tenga en cuenta a todos los miembros de nuestro país y no esté centrado en Lima con las propuestas de los mismos personajes de siempre, sino propuestas de aquellos a los que no suele escucharse.