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«El abogado civilista debe ser un investigador incansable» (entrevista a Hugo Forno Flórez)

«El abogado civilista debe ser un investigador incansable» (entrevista a Hugo Forno Flórez)

El abogado Hugo Forno Flórez fue entrevistado por Laley.pe en 2015.

Por Redacción Laley.pe

viernes 20 de octubre 2023

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Entrevistadora: Ana Bazo Reisman

«El abogado civilista debe ser un investigador incansable». Comenzó sus estudios de Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas. Su padre, quien se dedicó por muchos años a la diplomacia, se había trasladado con toda la familia a Venezuela luego de ser designado como funcionario en el Consulado de Perú. Tiempo después, cuando ya había regresado a Lima y estudiaba en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Hugo Forno Flórez optó por especializarse en lo civil. Fue el inicio de una aventura que hasta hoy disfruta.

“Yo tenía, en un principio, intenciones de seguir una carrera diplomática como mi padre. Sin embargo, el Derecho Civil y, en particular, el Derecho Civil Patrimonial fue lo que capturó mi atención desde el primer momento en la universidad. Ahora me resulta difícil explicar la razón, pues a veces uno sigue sus pasiones sin advertir un motivo real. Claro que también tuve a mi lado a un gran profesor que influyó mucho en que tomara aquella decisión, y ese fue Manuel de la Puente y Lavalle”, recuerda el abogado.

Pasión por investigar

Una lección que aprendió de De la Puente y Lavalle es que todo abogado debe siempre cultivar nuevos conocimientos. “Él fue una persona que siempre trataba de cotejar a autores locales con doctrina que venía de otros lugares. Cuando le solicité que fuese mi asesor para la tesis de bachiller, me dijo “¿Tú quieres hacer este trabajo porque es un requisito para poder graduarte o porque quieres ser un investigador serio?”, cuenta el abogado. El joven Forno, quien por entonces ya realizaba sus prácticas en el Estudio Romero, respondió lo segundo y asumió ese reto con mucha seriedad.

No es casualidad que, ya en la década del 90, llegara a convertirse en una gran autoridad entre los civilistas de todo el país tras la publicación de diversos textos de análisis doctrinario e investigaciones relacionadas, sobre todo, con la normativa contractual. Forno siempre estuvo convencido de que formaría su propia firma. Si bien este camino nunca resultó sencillo, su perseverancia lo ha llevado a cumplir ya 23 años como socio principal en el estudio Benites, Forno & Ugaz Abogados. Anteriormente, el abogado había sido parte de Rey & De los Ríos – Abogados, y fundado Forno & Luque, su primer despacho jurídico. Luego, se asoció a Luis Hernández Berenguel y juntos formaron el Estudio Hernández. Finalmente, en 1992 se unió a César Benites, José Ugaz y, en ese entonces, Eduardo Mercado. En estos profesionales, Forno halló el equipo que buscaba.

“Para formar un estudio es necesario que entre los socios exista una visión en común. Tanto César Benites como José Ugaz son de mi misma generación y, además de eso, también coincidimos en ideales trazados. Eso siempre resulta trascendental y determinante al momento de llevar adelante un despacho legal con miras a perdurar en el tiempo”, afirma.

«El abogado civilista debe ser un investigador inalcanzable» (entrevista a Hugo Forno Flórez)
Hugo Forno Flórez es un abogado especializado en derecho civil patrimonial, contratos, arbitrajes, derechos reales e hidrocarburos. Fotografía: Garrigues

Evaluar el caso

Forno, quien ha asesorado al Banco Wiese Sudameris en temas de adquisición, al Estado peruano en procesos de privatización empresarial, entre otros, acostumbra a seguir dos importantes pasos cuando se encuentra frente a un potencial caso.

En primer lugar, junto a su equipo de especialistas descarta la existencia de un eventual conflicto de intereses. “Evaluamos si no tenemos en alguna de nuestras áreas de práctica algún caso que nos coloque en situación de conflicto. Por eso programamos reuniones periódicas en la firma para analizar a los clientes que ingresan”, señala el civilista.

Después llega el momento de determinar qué practicas jurídicas son las requeridas para atender al cliente. “Vemos las aristas que su caso pueda tener, para plantear estrategias de defensa y, una vez que tenemos en claro el panorama, queda en el cliente decidirse por aceptar nuestro patrocinio”.

Riesgos en la profesión

A lo largo de más de 30 años que lleva ejerciendo el derecho, Forno ha constatado las dificultades y sufrido varios reveses. Siempre ha salido bien librado. “Aquí en el estudio tuvimos un caso que nos involucró por diez años continuos. Fue un proceso de gran significación económica y de intenso trabajo estratégico. La confrontación entre ambas partes generó que también asumiéramos riesgos”, recuerda Forno, quien fue denunciado penalmente por la otra parte del proceso ligado a una conocida compañía de bebidas gaseosas.

Además de los riesgos propios de la práctica legal, Forno tuvo que realizar un sacrificio importante para dedicarse al estudio: reducir su producción académica. “En un momento determinado me vi en el predicamento de escoger entre la enseñanza en la PUCP y el trabajo en el despacho”, reflexiona el abogado. Y si bien optó por dedicar su tiempo de lleno al estudio, no descarta volver a publicar textos académicos. “Tengo en preparación un extenso artículo que espero vea la luz dentro de muy poco y que sea el primer texto de mi regreso en la pedagogía”, adelanta. La vocación docente es algo que puede ponerse en stand-by, pero nunca perderse del todo.

Guía para ser un buen civilista

Pese a su vasta especialización en arbitraje, contratos y Derecho Corporativo, Hugo Forno reflexiona que, más allá de la experiencia, un abogado está incompleto si es que no posee otras virtudes. «El civilista, y el abogado en general, debe ser una persona con facilidad para exponer de manera muy clara lo que piensa, lo mismo ocurre con la redacción», advierte.

Otra habilidad que considera importante es la de transmitir confianza en el servicio. «Mantener un estudio jurídico multidisciplinario siempre será un reto. Uno debe hacerle frente a una gran competencia, pero también tiene que reconocer que el ejercicio del Derecho no solo se basa en conocimiento», explica el abogado.

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