El sistema de reparto de la Oficina de Normalización Previsional (ONP) necesita una reforma profunda ya que, bajo el mismo, resulta “inviable” devolver los fondos a quienes aportaron por menos de 20 años, enfatizó el jefe de esa institución, Alejandro Arrieta.

«Teniendo un sistema de reparto es inviable, por no decir imposible, devolver dinero a los que no cumplen la regla de pensionamiento de los 20 años» indicó Arrieta este martes durante su presentación en la Comisión de Trabajo del Congreso.

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El titular de la ONP remarcó además que el costo fiscal de dicha reforma sería considerable para el país, sin embargo, este será mayor cuanto más se demore en hacerse.

No es raro mencionar la serie de problemas que muestra el sistema nacional de pensiones los cuales limitan su accionar. Entre ellos destaca la regla que obliga a tener 20 años de aporte para poder acceder a una pensión.

En ese contexto, Arrieta señaló que por ese motivo parte de la población no logra obtener una pensión y es “inviable” devolver el aporte efectivo ya que el dinero va a un fondo colectivo y no a una cuenta individual.

Sin embargo, el funcionario considera que esta situación puede ser contrarrestada si es que la ONP logra convertirse en una AFP estatal, con un sistema de aporte individual de capitalización: «La mejor solución para el país es convertir a la ONP en una AFP pública. El cambio debe ir acompañado con incentivos para tener una mejor pensión. Por ejemplo, el matching, un mecanismo mediante el cual el Estado aporta un adicional a la contribución que realiza el trabajador».

En su exposición, Arrieta recordó que la ONP debe lidiar también con una falta de financiamiento adecuado. Asimismo, indicó que en el sistema de reparto son los aportes de los jóvenes los que financian las pensiones de los mayores. Pero, ante el envejecimiento poblacional, ellos son menos en comparación con los beneficiarios.