19 niños y 3 maestras fueron asesinados a tiros dentro de la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, la mañana del 24 de mayo. Salvador Ramos, un joven de 18 años, ingresó a la institución armado con un rifle y una pistola, se atrincheró en un aula, y comenzó a disparar a matar.

El escenario descrito es, lamentablemente, uno común en la realidad estadounidense. En lo que va del 2022, ha habido al menos 212 tiroteos masivos en el país, siendo el de Uvalde y el de un supermercado en Buffalo los que han cobrado más víctimas.

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Posesión y portación de armas como derecho constitucional

Estados Unidos es uno de los tres países en el mundo, junto a México y Guatemala, que reconoce a sus ciudadanos el derecho constitucional a portar armas de fuego.

La Segunda Enmienda a la Constitución, aprobada en 1791, protege “el derecho del pueblo estadounidense a poseer y portar armas”.

Dicho precepto constitucional fue interpretado por la Corte Suprema en el 2008, en el fallo Distrito de Columbia v. Heller, de tal manera que reconoció ampliamente el derecho a todos los ciudadanos civiles a poseer y portar armas.

¿Qué dicen las leyes?

Debido a que es un derecho constitucional, las restricciones que establecen, tanto la ley federal como las leyes estatales, a la compra, posesión, y portación de armas de fuego suelen ser bastante laxas, y los filtros para el acceso a las mismas son muchas veces ineficientes.

La Ley Federal de Control de Armas de 1968, aplicable a todos los estados, establece una serie de requisitos para el acceso a armas de fuego. El principal requisito es ser mayor de 18 para rifles o 21 años para otras armas. Tampoco pueden poseer armas las personas adictas a sustancias ilegales, las personas inmigrantes en condición de ilegalidad, las personas condenadas al menos a año de prisión por delitos federales, entre otras.

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Por otro lado, las leyes estatales son variadas y las restricciones que imponen pueden distar mucho entre sí; por ejemplo, son diferentes dependiendo del tipo de arma. Asimismo, algunos estados permiten la posesión libre de armas cargadas, mientras que otros imponen más limitaciones.

Ahora, en líneas generales, los vendedores de armas de fuego deben revisar los antecedentes de los posibles compradores a fin de determinar su elegibilidad. No obstante, siendo que el mercado de armas de fuego en Estados Unidos es sumamente extenso, muchas veces las transacciones son desreguladas o las ventas se realizan por personas sin licencia para el comercio.

¿Por qué es tan difícil su regulación?

Imponer mayores restricciones a la posesión y porte armas en Estados Unidos es una tarea compleja, no solo por las limitaciones legales, sino también por las motivaciones políticas.

Los grupos políticos se encuentran divididos sobre el tema, siendo que los Republicanos suelen mostrar actitudes pro-armas, frente a los Demócratas que usualmente están a favor de emitir leyes que impongan mayores restricciones.

Asimismo, la Asociación Nacional del Rifle, una de los más grandes grupos pro-armas existentes en Estados Unidos, suele destinar 3 millones al año en lograr que políticos voten a favor de proteger los derechos en relación a la posesión de armas.