El derecho a la libertad de trabajo ha sido expresamente reconocida en nuestra Constitución como un derecho fundamental, el mismo que permite que el trabajador tenga garantías para el acceso y salida de un puesto de trabajo, así como para cambiar de empleo sin necesidad de que el Estado o un tercero deba autorizarlo, lo que es consecuencia de la libertad que tiene el mismo para decidir sobre su vida y, en concreto, sobre su fuerza de trabajo.

A continuación, presentamos algunos extractos relevantes en torno a la materia, a partir de las sentencias del Tribunal Constitucional.

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