El informe aborda la actuación de la mujer en el Servicio Civil peruano en el entorno de las políticas que promueven la igualdad de oportunidades entre ellas y los hombres, conforme a los datos disponibles.

Para conocer la relación de la mujer trabajadora en esta etapa debemos tener presente que el 2020 fue un año complejo por el inicio de la pandemia, la emergencia sanitaria y su riesgo económico asociado, también se debe subrayar las dificultades para enfrentar el virus y a la vez brindar los servicios esenciales en situación de aislamiento social obligatorio.

La crisis que desencadenó el Covid-19 tuvo un impacto negativo en la ocupación y las condiciones laborales en América Latina y el Caribe, generando retrocesos en materia de participación laboral para las mujeres, teniendo en consideración que en las últimas décadas hubo avances importantes.

En Perú, según la Encuesta Demográfica de Salud Familiar, el 55 % de mujeres fueron víctimas de violencia ejercida alguna vez por el esposo o compañero (INEI, 2020) y por otra parte especialistas nacionales pronosticaron que ellas podrían sufrir de manera desproporcionada los efectos de la crisis en el país.

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Participación de la mujer

En el transcurso del primer año de propagación del virus el desempeño de la mujer en materia de empleo fue considerablemente mejor en los países que adoptaron medidas para proteger a la población, pero también desnudó las vulnerabilidades del Estado y las deficiencias de los gobiernos, sobre todo en los sistemas de salud y protección social.

En ese contexto, la participación de la mujer en el servicio civil peruano en el año 2020 fue similar en términos porcentuales al 2019, se mantuvo la tasa de crecimiento promedio anual mayor en las mujeres (2.1%) con relación a los hombres (0.8%); existe una considerable presencia en el ámbito regional (57%) y nacional (47%), no así a nivel local (32%).

Por otro lado, se evidencia la sobrerrepresentación en los sectores asociados al cuidado de la vida, tales como Mujer (72%), Salud (66%) y Educación (57%). Esto confirma el rol socialmente atribuido al cuidado, también en la esfera pública.

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Sobre las diferencias

En cuanto a los regímenes laborales por los que son contratadas las mujeres, se registró un incremento en el régimen de contratación administrativa de servicios (CAS), presentando una participación paritaria (51%) respecto a los hombres (49%).

Sin embargo, persisten las diferencias según grupos ocupacionales, especialmente en funcionarios y directivos.

La brecha salarial general se mantiene en favor de los hombres, no obstante la disminución de 2 puntos porcentuales; las diferencias son más visibles en servidoras con menores niveles educativos como se ha expuesto en versiones anteriores del informe. Esta disparidad en el sector público (10%) continúa siendo significativamente menor a la observada en el sector privado formal (21%).

De la investigación realizada por Servir sobre el trabajo remoto en el sector público, se destaca, entre otros, que 4 de cada 10 mujeres afirman que esta modalidad les ha permitido destinar parte de su tiempo a desarrollar actividades de cuidado y desarrollo personal.

Asimismo, las mujeres prefieren el trabajo remoto en mayor proporción respecto a los hombres, si bien la variante de trabajo mixto es la que cuenta como principal preferencia para ambos sexos, se observa que un 41% de mujeres prefiere trabajar exclusivamente desde casa, mientras que este método ha sido elegido sólo por el 29% de los hombres (Servir, 2021).

Puede visualizar y/o descargar el informe AQUÍ.

La Mujer en el Servicio Civil Peruano 2022_LALEY by Redaccion La Ley – Perú on Scribd