Luego que el presidente del Congreso, Daniel Salaverry, decidiera no renovar contratos a más de 100 trabajadores en el Parlamento, han salido a la luz la situación de otros empleados. Así, una investigación de Correo da cuenta de que dos sobrinos del segundo vicepresidente del Parlamento, Segundo Tapia, laboran en su despacho.

Vale precisar que esta situación va en contra de lo establecido en el Reglamento del Congreso, en el capítulo II del Código de Ética, en el que se precisa que un parlamentario no debe «emplear o tener ad honorem en el servicio parlamentario de su despacho congresal o en las comisiones que integre familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad». 

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Según precisa el medio, los sobrinos del congresista de Fuerza Popular que laboran en su despacho son Miguel y Eduardo Talledo Elera, hijos de la prima de la esposa de Segundo Tapia, Leonor Elera, quienes desempeñan la función de «asistencia especializada en las comisiones del Congreso».

Sin embargo, el congresista defendió la contratación de sus parientes, remarcando que «no son (sobrinos) directos» y que, si bien son familiares suyos, «legalmente pueden trabajar». Además, subrayó que el tenerlos en puestos cercanos a su despacho «es políticamente correcto puesto que se tratan de cargos de confianza».