Este lunes, Marianella Ledesma Narváez fue elegida como presidenta del Tribunal Constitucional (TC). Así se convirtió en la primera mujer, en la historia del Perú, que ocupa este cargo. La decisión tuvo cuatro votos a favor, con el propio de la magistrada, el de José Luis Sardón, Ernesto Blume y Augusto Ferrero. Si bien este último se perfilaba como candidato, en la sesión decidió cambiar con Ledesma y postular por la vicepresidencia.

Ledesma Narváez es, además, la segunda mujer que integra el TC, luego de Delia Revoredo (2000-2005). En junio del 2014, fue designada por el Congreso con 98 votos. Antes de formar parte del Colegiado Constitucional, la magistrada tuvo una carrera de 30 años en el Poder Judicial. Inició como auxiliar de la Relatoría del XII Tribunal Correccional de Lima, pasando por jueza de Paz Letrado de Barranco y Miraflores (1990-1998) y llegando a ser jueza supernumeraria especializada en lo civil de la Corte Superior de Justicia de Lima (1998-2014).

La letrada es bachiller y doctora en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Y ejerce la docencia en la Pontificia Universidad Católica del Perú, la Universidad Pacífico, la Universidad de Lima, la Universidad de Piura, la UNIFE y su alma máter, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

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También cuenta con estudios de posgrado en las universidades de Navarra y de Salamanca, en España. Ha sido autora de números publicaciones, en especial vinculadas con el derecho procesal civil y el arbitraje. En 1999, publicó el libro Jueces y reforma judicial, con prólogo del Dr. Javier de Belaunde López de Romaña, en el que hizo una acuciosa defensa de los fueros del Poder Judicial y la independencia de los jueces.

Con esta elección, Ledesma reemplaza a Ernesto Blume en la presidencia del TC, quien pasará a dirigir el Centro de Derecho Constitucional. Por su parte, Augusto Ferrero Costa ocupará el cargo de vicepresidente. La magistrada asumirá el cargo en un contexto en el que el TC deberá decidir sobre temas importantes para el país, como la resolución de la demanda competencial por la disolución del Congreso, el anunciado pedido de habeas corpus contra la resolución judicial que anuló el indulto a Alberto Fujimori y las nuevas elecciones parlamentarias.

Marianella Ledesma denunció presiones del Congreso

A fines de septiembre, Marianella Ledesma denunció que un colega le ofreció permanecer en su cargo si favorecía a Keiko Fujimori en el habeas corpus que buscaba anular su prisión preventiva.

“No voy a ser infidente, pero es cierto. Me dijeron que lo ideal sería que todos salgamos de manera unánime, armoniosa, pacífica, y consolidemos una posición en relación a este tema. Y mi respuesta fue que eso era imposible”, reveló en entrevista con el semanario Hildebrandt en sus trece.

Este hecho fue ratificado por ella misma y confirmado por su colega Carlos Ramos, quien agregó que la presión llegó desde el Congreso de la República, antes de que fuera disuelto por el presidente Martín Vizcarra.

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Tras esta denuncia, Giulliana Loza, defensa de Keiko Fujimori, planteó una recusación en contra de Ledesma para que no vote en el pedido de habeas corpus; sin embargo, esta solicitud fue rechazada. La magistrada votó en contra de la liberación de la lideresa de Fuerza Popular, pero esta no fue la posición de la mayoría del pleno. Curiosamente, de los cuatro integrantes que votaron a favor de la excarcelación, tres apoyaron su candidatura y así consiguió llegar a la presidencia del TC.

Al igual que otros cinco miembros del TC, Ledesma tiene el mandato vencido desde junio de este año. Eso significa que, para que cumpla los dos años de su gestión, no debe haber renovación de magistrados con mandato vencido; de lo contrario, asumirá como titular del Alto Tribunal el vicepresidente Augusto Ferrero, el único con mandato vigente.